Policiales
14 allanamientos, 5 kilos de cocaína y medio millón de pesos incautados
Tras un megaoperativo, desarticulan una banda narcocriminal en Río Negro, con epicentro en General Roca.

Una banda narcocriminal que operaba en General Roca fue desarticulada luego de un arduo trabajo investigativo que concluyó con 14 allanamientos, el secuestro de 5 kilos de clorhidrato de cocaína, $550.000 en efectivo, armas de fuego, vehículos y otros elementos, además de la detención de cinco personas.
La investigación se inició luego de una denuncia al 0800 DROGAS de la Secretaría de Narcocriminalidad (SENAC) del Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro, tomando intervención la Justicia Federal de General Roca a cargo del Dr. Hugo Greca. De esta manera se pudo llevar a cabo en la provincia otro operativo de calidad y coordinación entre la Justicia Federal, la Policía de Río Negro y la SENAC.
Fue así que se autorizaron las tareas investigativas a cargo de la Delegación de Toxicomanía de General Roca dependiente de la Dirección de Toxicomanía y Leyes Especiales de la Policía rionegrina, que lograron certificar primeramente la existencia de un punto de venta de droga al menudeo en la zona del barrio Quinta 25°. Allí se pudo observar a quienes realizaban las ventas, quienes oficiaban de “satélites” y personas armadas y con equipos de comunicación portátiles.
Al profundizarse la investigación se determinó que ese punto de venta estaba relacionado a otros siete distribuidos en la zona norte de la ciudad, en los barrios Tiro Federal, Noroeste y Barrio Nuevo.
Detrás de estos puntos de venta se encontraba una organización narcocriminal perfectamente estructurada liderada por un jefe denominado “El Tío”, encargado de la compra, estiramiento y fraccionamiento de la droga además de remunerar en efectivo a quienes cumplían determinadas funciones en la cadena de comercialización.
Entre los mismos estaban quienes resguardaban el grueso de la sustancia estupefaciente y de la droga fraccionada para distribuirla en las bocas de expendio para su comercialización; quienes trasladaban a los dealers y recaudaban las ganancias, y los dealers y demás personas que cumplían horarios rotativos en las bocas de expendio.
Luego de una investigación de tres meses, la Justicia Federal libró 14 órdenes de allanamiento que se concretaron el jueves de manera simultánea.
Los mismos dieron como resultado la incautación de 1000 dosis de cocaína fraccionada lista para su comercialización y 4 lotes y medio de cocaína prensada de máxima pureza, llegando a un total de 5 kilos de clorhidrato de cocaína.
También se secuestraron $550.000 en efectivo, seis armas de fuego, cuatro cargadores y alrededor de 200 municiones de distintos calibres.
Otros elementos incautados fueron ocho balanzas de precisión, veinte teléfonos celulares, cinco equipos de comunicación portátiles de radio frecuencia, tres automóviles (Peugeot 307, Ford Fiesta y Citroen C4) y una motocicleta tipo enduro, todos utilizados para los desplazamientos de la banda.
Se detuvieron a cinco integrantes de la organización, tres mujeres y dos hombres quienes conforman la primera línea al tiempo que se procedió a la notificación de cinco mujeres y hueve hombres en calidad de imputados por comercio de droga. Todos ellos serán indagados posteriormente mediante la modalidad virtual.
En el megaoperativo trabajaron más de cien efectivos policiales pertenecientes a las Delegaciones y Divisiones de Toxicomanía de las ciudades de CIpolletti, Allen, Villa Regina y Lamarque. También de los Cuerpos y Divisiones Judiciales e Investigaciones de las ciudades de Cipolletti, Allen y Villa Regina, fuerzas especiales C.O.E.R. de la ciudad de General Roca y Villa Regina, Secciones Canes Narcóticos de la ciudad de Allen, y personal de la Comisaría 21° General Roca.
Policiales
Robaron en una vivienda y fueron atrapados
Un joven de 29 años fue visto caminando con un TV y un microondas, lo que llamó la atención de los policías.

Un trabajo en conjunto entre dos unidades policiales permitió, durante la noche del martes (01/07), recuperar elementos sustraídos en un domicilio de la calle Urquiza. La colaboración entre empleados policiales permitió detener a una persona y recuperar los objetos sustraídos.
El hecho ocurrió cuando efectivos de la Comisaria 21° tomaron conocimiento que autores ignorados rompieron un portón y sustrajeron elementos de una vivienda. En ese momento, informaron desde la Subcomisaria 69° que habían detenido a un joven de 29 años que transportaba electrodomésticos sin poder acreditar propiedad.
El trabajo conjunto permitió identificar rápidamente al sospechoso y recuperar los elementos robados, un televisor Philips de 32 pulgadas y un microondas Peabody digital.
La Fiscalía de turno dispuso las medidas necesarias para que se realice un acta de reconocimiento y entrega de los elementos a la denunciante.
Policiales
Detuvieron a un hombre que tenía pedido de captura
El sujeto circulaba en un automóvil por la zona norte de la ciudad. Al ser identificado, fue detenido inmediatamente.

Un hombre fue detenido en General Roca por personal de la Comisaria 31°, mientras los efectivos realizaban tareas de prevención.
El joven de 31 años fue identificado mientras se desplazaba en un automóvil Renault 19 junto con otros dos sujetos.
Al consultar la base de datos policial, los uniformados se informaron con que el hombre tenía un pedido de captura vigente requerido por el Juzgado de Ejecución Penal Nº 10 de Roca, por lo que se procedió a su detención de manera inmediata.
La magistratura fue notificada de la detención y se realizaron las actuaciones correspondientes.
Judiciales
Cuatro policías fueron imputados por torturas cometidas contra dos adolescentes en Roca
Los hechos ocurrieron en junio del año pasado en J.J. Gómez. Los jóvenes fueron llevados a un descampado, donde fueron amenazados y golpeados.

Tras un cuarto intermedio, ayer (02/07) al mediodía se conoció la resolución del juez de Garantías interviniente y cuatro empleados policiales quedaron imputados por delitos que incluyen tortura, lesiones leves calificadas por el carácter de funcionario policial, privación ilegítima de la libertad, omisión de denunciar tortura y amenazas con armas. Además, tal lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal, se establecieron medidas cautelares para preservar a 16 personas, entre ellas varios adolescentes.
Según la acusación fiscal, «el 15 de junio del año pasado, entre las 2.05 y las 4.30 de la madrugada, los imputados, que se movilizaban a bordo de un móvil policial tipo pick up prestando funciones en la Comisaría 47° de J.J. Gómez, arribaron a un playón deportivo del barrio Alta Barda y a partir de ahí habrían desplegado una serie de acciones contra dos adolescentes«.
«Uno de los policías habría efectuado disparos al aire para que los jóvenes que allí se encontraran se dispersaran. Luego de identificar a las dos víctimas de este legajo, el mismo empleado policial frente a sus tres compañeros, los hizo subir a los menores al móvil», describió el fiscal.
«Una de las empleadas manejaba, la otra estaba en la cajuela, y el otro se ubicó en el asiento trasero junto a los dos chicos», explicó el representante fiscal.
«Los llevaron a un descampado privándolos ilegítimamente de su libertad al no haberlos conducido a la unidad policial, y una vez allí -siempre el mismo empleado policial- les pegó, las dos mujeres policías les decían que frenara su accionar, mientras el otro hombre observaba callado«, mencionó el Ministerio Público Fiscal.
«Este hombre les siguió dando órdenes, esta vez les dijo que corrieran y volvió a efectuar detonaciones hacia los pies de los dos adolescentes, causándole a uno de ellos una herida en el muslo izquierdo producto del impacto de un perdigón», agregó el fiscal.
El accionar habría continuado con una frase que el mismo empleado policial les dijo a ambos menores: «qué pasa si yo te mato y te desaparezco?», mientras habría tenido el arma cargada.
«Todo culminó cuando los chicos pudieron escapar hacia la zona de las sierras, donde permanecieron ocultos», concluyó la acusación fiscal.
Entre la evidencia con la que se cuenta para esta instancia, el representante fiscal mencionó: las denuncias penales de las familias de ambos adolescentes, las múltiples entrevistas realizadas en sede fiscal, los certificados médicos de las víctimas. Así mismo se encuentra el parte diario de la guardia de la Unidad 47°, el informe solicitado a la Regional IIda., la identificación del vehículo involucrado, las Cámaras Gesell y los informes concretados por las profesionales del Cuerpo de Investigación Forense (CIF). La pericia del médico forense CIF respecto de las lesiones, entre otra prueba.
La defensa penal pública que asiste a dos de los imputados se opuso a la calificación legal como a las medidas cautelares, proponiendo que el hecho se enmarcara en vejaciones. Lo mismo hicieron los otros dos defensores privados de los otros empleados policiales.
Finalmente, tras la resolución del juez de Garantías interviniente hoy uno de ellos quedó imputado por ser el autor de los delitos de: «torturas en concurso ideal con lesiones leves calificadas por el carácter de funcionario policial, privación ilegal de la libertad con abuso de función y amenazas con arma».
Las dos mujeres por ser partícipes necesarias del delito de «privación ilegal de la libertad con abuso de función» y ser autoras del delito de «omisión de denunciar tortura».
El otro empleado quedó imputado como partícipe necesario de «torturas en concurso ideal con lesiones leves calificadas por el carácter de funcionario policial, privación ilegal de la libertad con abuso de función y amenazas con arma».
El plazo de investigación preliminar preparatoria y la medida cautelar de prohibición de acercamiento, de contacto a 100 metros y de hostigamiento tanto a las víctimas como a las demás personas mencionadas por la Fiscalía tiene el mismo plazo, hasta el 2 de noviembre de este año.