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Cultura

El escultor patagónico Néstor Confalonieri, destacado en Ecuador e Italia

El roquense fue el único argentino en representar a su país en el II Simposio Internacional de Mármol de Carrara de Manta, Ecuador, y previamente realizó una obra en cedro en Sutrio, Italia

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El escultor Néstor Confalonieri, oriundo de General Roca, Río Negro participó durante 31 días en el Segundo Simposio Internacional de Escultura en Mármol de Carrara de Manta, Ecuador. Fue el único argentino entre 23 artistas de todo el mundo convocados por la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), en el marco del 40 aniversario de esa casa de altos estudios.

Durante un intenso mes de trabajo, Confalonieri dio forma a la obra Renacer: Eterno aprendiz, en un bloque de mármol de Carrara de 4.24 toneladas y dos metros de altura. La imagen encarna a un hombre que se esculpe a sí mismo, como símbolo de la voluntad de mejorar y realizarse con la fuerza interior como guía de la inteligencia.

Fueron jornadas de alrededor de 10 horas diarias, en las que 23 escultores de Australia, Honduras, Turquía, Francia, Perú, Uruguay, Alemania, España, Méjico, Guatemala, Ecuador y Argentina crearon figuras alusivas a la identidad, la cultura, la naturaleza, el saber ancestral y académico de Manabí. Las piezas finales formarán parte del patrimonio cultural de la región, y quedarán emplazadas en la Universidad y distintas locaciones de la costa manabita.

Feliz por la oportunidad de ser parte de un evento de tanto prestigio, Confalonieri destacó que «quiero agradecer especialmente al escultor Mario Tapia, gestor de esta convocatoria, y a la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí por valorar nuestra profesión y organizar un simposio de esta magnitud». También resaltó el espíritu colectivo: «Nos sentimos como una verdadera familia durante todo este tiempo, compartiendo días de esfuerzo, aprendizaje y camaradería. Fue un encuentro de culturas que nos permitió crecer, y una oportunidad única de esculpir piezas monumentales en un material tan preciado como el mármol importado de Carrara: un sueño hecho realidad», expresó.

Con anterioridad, el artista había sido convocado en septiembre pasado a Sutrio, Italia, al tradicional Festival Magia del Legno. Allí esculpió una figura de tamaño natural en un tronco de madera de cedro del Líbano de 400 kilos, en el término de una semana intensa de trabajo. Su obra representa a una costurera y se titula Rita Bertolini, en alusión al nombre real de una costurera patagónica ya fallecida.

Trayectoria internacional y legado

Las recientes participaciones de Confalonieri en el exterior abren un camino a su presencia internacional, y «espero sean un impulso para llevar mi obra desde la Patagonia a otros salones y galerías de la Argentina, donde hace tiempo deseo participar, así como seguir siendo convocado a otros eventos fuera del país, porque nuestra profesión es muy difícil de sostener sin esos espacios», cuenta el escultor.

Con veinte años de experiencia artística, Confalonieri ya ha dejado su huella en algunas provincias de la Argentina y Chile, a través de obras que forman parte del patrimonio público de pueblos y ciudades, fruto de su presencia permanente en Simposios nacionales e internacionales. «Hoy estoy muy contento porque pude dejar mi impronta patagónica también en Italia y Ecuador. Es algo que estaba esperando hace años, con mucho trabajo y esfuerzo para llegar a esto», afirma el artista.

Su carrera incluye importantes galardones, como el Primer Premio en la III Bienal Internacional de Esculturas de San Jerónimo del Sauce, Santa Fe, en 2022 y también numerosas muestras individuales y colectivas en la Patagonia. Confalonieri es Profesor Nacional de Artes Plásticas con especialidad en Escultura y Grabado desde 2008, y ejerce la docencia en nivel medio en la provincia de Río Negro desde 2010.

Cultura

Voces que acompañan: la presencia literaria de Syria Poletti en el imaginario lector

Una autora que supo interpretar con sensibilidad la experiencia humana y llevarla a la página con una claridad que sigue cautivando a los lectores actuales.

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La literatura destinada a jóvenes y adultos suele nutrirse de vivencias personales, observaciones sociales y miradas atentas sobre el mundo cotidiano. Dentro de este panorama aparece la figura de una narradora cuya obra permaneció en escuelas, bibliotecas y hogares durante décadas, invitando a lectores de todas las edades a reflexionar sobre emociones profundas y vínculos humanos que moldean la vida diaria.

En este contexto resulta imprescindible mencionar el aporte singular de Syria Poletti, una autora que supo interpretar con sensibilidad la experiencia humana y llevarla a la página con una claridad que sigue cautivando a los lectores actuales. Su mirada, siempre cercana a lo cotidiano, permitió que sus relatos viajarán entre generaciones sin perder frescura ni profundidad.

Primeros acercamientos a su universo narrativo

Sus personajes atraviesan sentimientos comunes, como la duda, el afecto, la angustia o el alivio, y lo hacen desde escenarios cotidianos que cualquier lector puede imaginar sin esfuerzo. Esa combinación entre sencillez y hondura explica por qué su obra circula tanto en ámbitos educativos.

Los primeros cuentos que publicó llamaron la atención por su capacidad para abordar emociones intensas con un lenguaje accesible. La autora evitaba las estructuras rígidas y priorizaba escenas breves, diálogos precisos y situaciones que parecían pequeñas, pero que contenían un trasfondo mucho más profundo.

Esta particularidad fue clave para que su obra se incorporara rápidamente a bibliotecas escolares y espacios de lectura guiada. Muchos docentes encontraron en sus textos una herramienta para que niñas, niños y adolescentes pudieran explorar emociones propias sin sentirse juzgados o expuestos. La sensibilidad de Poletti funcionaba como un puente entre la vida cotidiana y el terreno literario.

Un nombre que creció entre libros y fronteras

Nació en Italia y llegó a la Argentina a muy corta edad, un trayecto que marcó su identidad y alimentó su mirada narrativa. La experiencia de la inmigración, con sus desafíos afectivos, sociales y culturales, atravesó silenciosamente muchos de sus relatos y les otorgó una densidad emocional que resulta fácil reconocer en cada lectura.

Esa vivencia de desplazamiento le permitió construir personajes que buscaban ubicarse en un mundo que cambiaba rápidamente a su alrededor. Ya fuera a través de la mirada de un niño o de un adulto, la búsqueda de pertenencia se convirtió en un tema recurrente. Este enfoque resonó especialmente entre lectores que se enfrentan a cambios similares en sus propias vidas.

Su formación como lectora influyó notablemente en su escritura. Syria Poletti se nutrió de cuentos populares, narraciones familiares y de la vida comunitaria que encontraba en su nuevo país. Todo esto configuró un imaginario literario rico, diverso y fuertemente cargado de humanidad.

Relatos que dialogan con jóvenes y adultos

A pesar de que muchos la identifican como una autora destinada al público juvenil, también desarrolló relatos que abordan con gran sutileza temas que también interpelan a adultos. Su obra demuestra que la literatura puede cruzar edades sin perder profundidad, algo que logró gracias a su equilibrio entre emoción y claridad.

En sus cuentos se observa un mundo lleno de matices donde los protagonistas, ya sean niños o mayores, atraviesan situaciones que reflejan lo que significa crecer, equivocarse y aprender. La autora descreía de las fronteras rígidas entre géneros y edades, por lo que construyó historias que encontraban eco en quienes buscaban una lectura honesta sobre los vínculos humanos.

La vigencia de su narrativa demuestra que esas experiencias no pierden relevancia con el paso del tiempo. Cada generación se encuentra con su obra desde un lugar propio, descubriendo en ella distintas formas de interpretar lo que sienten o lo que necesitan comprender mejor.

Libros que marcaron caminos lectores

Entre sus trabajos más recordados aparecen “Gente conmigo” y “Hospital de muñecos”. Ambos títulos exploraron de forma profunda la fragilidad emocional y la capacidad de cuidar a otros, incluso desde los límites de lo simbólico. Estos libros se convirtieron en referencias para quienes crecieron leyéndolos en la escuela o los encontraron en bibliotecas públicas.

La fuerza de estos textos radica en que no buscan ofrecer soluciones ni respuestas cerradas. Por el contrario, abren preguntas que cada lector completa a su manera. Esta característica generó lecturas múltiples y permitió que su obra se mantuviera vigente incluso en momentos donde la literatura juvenil adquirió nuevas tendencias y formatos.

Otras narraciones suyas también se incorporaron a antologías escolares, lo que amplifica su presencia en distintos niveles educativos. En estos espacios, sus cuentos servían para trabajar emociones, empatía y situaciones reales a través de la ficción, generando un diálogo valioso entre docentes y estudiantes.

Una escritora atenta a las emociones más sutiles

Poletti tenía un don particular para poner en palabras sentimientos que a menudo resultan difíciles de expresar. Su capacidad para observar detalles se tradujo en escenas que, aun siendo breves, dejaban una sensación duradera. Este estilo la distinguió de otras autoras de su época.

Además, su interés por comprender la vida emocional de los jóvenes la llevó a construir historias donde el miedo, la duda o la necesidad de pertenencia se abordaban con respeto. No buscaba moralizar ni reforzar modelos estrictos, sino acompañar la experiencia del lector en su propio proceso de descubrimiento.

Otra cualidad notable de su obra es la manera en que transforma lo cotidiano en un espacio literario significativo. Un gesto, una frase o un objeto podían adquirir nuevos sentidos dentro de sus relatos, invitando a los lectores a observar su entorno con mayor sensibilidad.

El entorno como parte del relato

Las historias de Poletti se desarrollan en escenarios modestos, comunes y cercanos. Ya sea una casa familiar, un aula o un hospital simbólico, los espacios que construía buscaban reflejar universos emocionales más amplios. Esta elección permitía que los relatos fueran reconocidos incluso por lectores que vivían en contextos muy diferentes.

La autora entendía que la ambientación no debía sobrecargar la lectura, sino acompañar discretamente a los personajes. Gracias a esto, los escenarios se integraban como extensiones naturales de las emociones, reforzando la identidad de cada historia.

Su atención a estos detalles contribuyó a que su narrativa se mantuviera clara, directa y profundamente humana, una combinación que sigue siendo valorada por especialistas en literatura infantil y juvenil.

Una autora integrada al mundo cultural argentino

A lo largo de su trayectoria, Poletti participó en actividades dedicadas a la promoción de la lectura. Su compromiso con la formación de lectores jóvenes la llevó a involucrarse en proyectos educativos y encuentros literarios donde compartía experiencias con docentes y estudiantes.

Este vínculo constante con la comunidad fortaleció su presencia en el panorama cultural argentino. Muchas personas que hoy la recuerdan lo hacen no solo por haber leído sus cuentos, sino por haberla escuchado hablar sobre la importancia de la sensibilidad en la vida cotidiana.

También colaboró con instituciones que buscaban ampliar el acceso a los libros, entendiendo que la lectura es una herramienta fundamental para la construcción de identidad. Su influencia se mantiene en numerosas iniciativas que continúan promoviendo la literatura como un espacio de encuentro.

Huellas que permanecen en cada lectura

El recorrido por su vida y su obra revela que Syria Poletti transformó la manera en que generaciones de lectores interpretaron sus propias emociones. Su mirada atenta, su respeto por la complejidad humana y su capacidad para convertir lo cotidiano en relato siguen presentes en quienes descubren sus textos por primera vez o regresan a ellos después de muchos años.

Su legado perdura en cada escuela, biblioteca o espacio de lectura donde sus historias continúan brindando compañía, sensibilidad y una profunda comprensión de lo que significa sentir, crecer y encontrar un lugar dentro del mundo.

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Cultura

Mejoran el espacio de danza en Plaza Belgrano de cara al Verano Cultural

La obra optimiza el deslizamiento y protege el calzado de bailarines durante las clases abiertas.

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El Municipio de Roca avanza con trabajos de mejora en Plaza Belgrano para optimizar la práctica de las distintas danzas que allí se desarrollan, especialmente en la previa de una nueva edición del Verano Cultural.

Las tareas incluyen limpieza, tomado de juntas y la aplicación de pintura epoxi de alto tránsito, apta para exteriores, que permitirá un mejor deslizamiento y una ejecución más segura de las coreografías.

La intervención abarca una superficie circular de 18 metros de diámetro, donde bailarines y bailarinas de los talleres municipales de Tango, Folklore, Salsa y otras disciplinas podrán participar de clases abiertas durante toda la temporada estival, con mejores condiciones y sin desgaste prematuro del calzado.

Desde el Municipio destacaron que el Observatorio de Derechos Humanos fue informado previamente sobre la intervención en este sector, utilizado habitualmente para actividades vinculadas a la Memoria. En ese marco, se acordó que una vez finalizados los trabajos se recuperará y readecuará la obra existente, acompañando el nuevo formato del espacio.

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Cultura

El IUPA otorgará el título Honoris Causa a Litto Nebbia

El compositor, productor y cantautor será reconocido por su huella imborrable en la cultura de nuestro país.

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El Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) otorgará al compositor, productor y cantautor Litto Nebbia el título de Doctor Honoris Causa. El acto será abierto a todo público y se realizará el viernes 5 de diciembre a las 17 en el Auditorio IUPA, ubicado en Rivadavia 2263.

Litto Nebbia es pionero del rock nacional, referente de la música popular argentina y una de las figuras más influyentes de la cultura contemporánea. Su vínculo con la región se manifiesta en la conformación del Poderoso Trío del Sur, junto a los músicos rionegrinos Gustavo Giannini (General Roca) y Julián Cabaza (oriundo de Lamarque y residente en Roca), consolidando lazos entre artistas locales y referentes de trayectoria internacional.

Por esta razón, el artista es un asiduo visitante de la provincia y su relación con la comunidad artística del Alto Valle dan cuenta de una construcción colectiva de identidad cultural, que coincide con los principios misionales del IUPA como universidad pública regional.

En reconocimiento a su trayectoria artística y a sus aportes culturales, pedagógicos y territoriales, la institución decidió otorgarle esta distinción.

El acto será encabezado por el rector normalizador del IUPA, Gerardo Blanes, y contará con la presencia de integrantes del Trío del Sur, autoridades universitarias y la comunidad de la institución. La entrada será libre y gratuita.

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