Río Negro
El 47% del estudiantado de la UNRN es pobre
Un informe de la Universidad de Río Negro revela que en el primer trimestre de 2023 el porcentaje era mucho menor, del 30,7%.

Un reciente informe elaborado por la Oficina de Aseguramiento de la Calidad (OAC) de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) reveló que el 46.6% del estudiantado de la casa de estudios pertenece a los sectores de menores ingresos socioeconómicos.
Así lo determina el análisis «Estudiantes UNRN por quintil de ingreso 2009 – 2024» en donde se consigna que el 25,5% de las y los estudiantes pertenecen a familias cuyos ingresos familiares se ubican en el primer y segundo quintil con un ingreso promedio de $154.476 (Informe del Indec Evolución de la distribución del ingreso (EPH). Segundo trimestre 2024).
El gráfico presentado ofrece una valiosa perspectiva sobre la composición socioeconómica del estudiantado de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) a lo largo de un periodo de 15 años.
«Al desglosar a los estudiantes por quintiles de ingreso familiar, se puede identificar la evolución de la diversidad socioeconómica dentro de la institución y extraer conclusiones relevantes para la política educativa y la gestión universitaria. En el período analizado, se observa una tendencia general hacia una mayor concentración de estudiantes en los quintiles de ingresos más bajos (I y II). Esto sugiere un aumento en la accesibilidad de la educación superior para sectores sociales menos favorecidos, lo cual es un indicador positivo en términos de inclusión social», señalaron desde la OAC.
El informe de la OAC es coincidente con las conclusiones de otro recientemente publicado por la consultora exQuanti, que en base a estadísticas publicadas por el Indec, indica que el 48,5% de los estudiantes universitarios vive en hogares pobres.
Los datos surgidos de ese organismo nacional señalan que hace un año, en el primer trimestre de 2023, los estudiantes en hogares pobres eran muchísimos menos (30,7%) y en el último trimestre, antes de la asunción de Javier Milei el dato era de 33,8%.
El análisis de la OAC, destaca también que hubo un aumento moderado de la proporción de estudiantes provenientes de los hogares de ingresos medios, ubicados en los quintiles III y IV, quienes mantienen una representación significativa, indicando que la UNRN también atrae a estudiantes de clases medias.
Los jóvenes de los sectores de menores ingresos de la población se han incorporado progresivamente a la educación superior universitaria en Argentina. Entre 1996 y 2023, en un contexto de expansión de la matrícula universitaria, la proporción de jóvenes pertenecientes a familias de bajos ingresos que asisten a la universidad prácticamente se triplicó, al tiempo que creció más moderadamente la proporción de estudiantes de los estratos medios y fundamentalmente altos. «Sin embargo, en paralelo a la transformación estructural del sistema universitario argentino, incorporando nuevas plataformas institucionales, se observa la subsistencia de barreras históricas de la desigualdad (por ejemplo de capital formativo y simbólico de los ingresantes), hecho que queda evidenciado en el perfil de los graduados universitarios, segmento en el que, comparativamente, se incrementa la proporción de personas de los quintiles de mayores ingresos», señalaron desde la OAC.
«Este panorama muestra la necesidad de compensar las desigualdades iniciales para permitir a los estudiantes de bajos recursos completar sus estudios. No obstante, la última modificación de la Ley de Educación Superior, en el 2015, que estableció el ingreso libre e irrestricto supuso a las universidades un compromiso mayor, por lo insostenible de la decisión en un escenario con menos del 1% de su PBI destinado a Universidades Públicas y donde la incorporación y avance de nuevas cohortes de estudiantes depende de mayores recursos humanos, financieros y de equipamiento», agregaron.
«Con este enfoque, la OAC mide el fenómeno del desempeño estudiantil y realiza el seguimiento de las políticas a gran escala o focalizadas que comprometen recursos de la UNRN, para lograr la integración académica del estudiantado a través del curso de ingreso, de ajustes en los planes de estudio, del acceso a recursos de apoyo, como becas por ejemplo, y de actividades con perfil social y cultural, con la finalidad de compensar las barreras territoriales de desplazamientos y distancias con los sobrecostos agregados de una universidad con demanda mayormente local y regional», informaron desde la Oficina de Aseguramiento de la Calidad.
«La inversión del Estado nacional en educación superior ha demostrado ser un motor de inclusión que contribuye a la movilidad educativa intergeneracional y mejora las posibilidades de ascenso económico y social. Los resultados del análisis sugieren que las políticas de inclusión implementadas por la UNRN han sido efectivas en atraer a estudiantes de bajos recursos. Sin embargo, es fundamental continuar fortaleciendo estas políticas para reducir aún más las desigualdades y garantizar una mayor equidad en el acceso a la educación superior», concluyeron.
Deportes
Delegación confirmada para los Juegos de La Araucanía
Este año las acciones estarán repartidas en distintas sedes de La Pampa.

La Provincia definió todos los seleccionados que saldrán a escena en la 32° edición de los Juegos Binacionales de La Araucanía que se llevarán adelante en La Pampa la semana próxima, y contará con la participación de más de 2000 jóvenes atletas de la Patagonia Argentina y el sur de Chile.
El evento tendrá lugar desde el 6 hasta el 12 de diciembre, un espacio que fortalece el encuentro, el juego, y los valores de las y los jóvenes en escena.
Para llegar de la mejor manera a la competencia binacional la Secretaría de Deporte, en un trabajo conjunto con distintas federaciones y clubes rionegrinos, llevó adelante evaluativos y concentraciones con las y los deportistas de cada seleccionado provincial a lo largo de todo el año.
Este año las acciones estarán repartidas en distintas sedes: Toay recibirá el ciclismo; Santa Rosa será sede del atletismo, el judo, el fútbol masculino y el básquet masculino; General Acha albergará el básquet femenino y también parte del vóley femenino junto a Quehué y Ataliva Roca; Miguel Riglos será sede de la natación en ambas ramas; Eduardo Castex recibirá el vóley masculino; y General Pico será sede del fútbol femenino.
Cabe destacar que Río Negro es la actual campeona de los Juegos y mantiene una racha ganadora de cinco consagraciones consecutivas (récord). Además es la máxima ganadora del certamen con 15 títulos.
Deportes
Río Negro y una gloriosa historia en los Juegos Araucanía
La delegación provincial apunta a ser nuevamente la protagonista absoluta de la competición

La Provincia se prepara para una nueva edición de los Juegos Binacionales de la Araucanía, un certamen de más de 30 años en el que supo crecer hasta convertirse en la participante más ganadora.
En 1992 se celebró la primera edición del certamen binacional que unió, a través del deporte, a las provincias de la Patagonia Argentina y a las regiones más australes de Chile, a partir de la necesidad de promover la integración de ambos territorios luego de años de tensión política vinculada al Conflicto de Beagle. Desde ese momento Río Negro pasó de ser una contricante más a transformarse en una importante protagonista
En los Juegos, la delegación provincial estuvo en repetidas oportunidades a las puertas del título en los primeros años de desarrollo y posteriormente se alzó como la más galardonada: subió 27 veces en el podio (15 veces primera, 9 segunda y 3 veces tercera), logrando un récord absoluto.
Durante los 90’s los rionegrinos se ubicaron entre los tres mejores en seis de las 8 ediciones, pero no fue hasta el 2000 en Aysén que llegó el ansiado título, cortando además la racha ganadora que traía hasta entonces La Pampa, la cual buscaba su tetracampeonato. El logro fue también un desahogo luego de que en 1999, siendo Río Negro sede, la provincia quedó muy cerca de la victoria pero terminó en el segundo lugar, a solo 15 puntos de la delegación pampeana.
A partir de ese momento Río Negro ocupó el rol de rival a vencer para el resto de las participantes y conquistó en esa década seis veces la competencia. Además del triunfo en Aysén 2000, subió a lo más alto del podio en La Araucanía 2002, Neuquén 2003, Bío Bío 2004 (primer tricampeonato, igualando la marca de La Pampa), Magallanes 2006 y Río Negro 2009, año donde se convirtió en la delegación más ganadora, desplazando nuevamente a los pampeanos.
En la década del 2010-2019 las alegrías continuaron y la bandera rionegrina volvió a izarse en lo más alto en seis oportunidades más: con las victorias en Aysén 2010 y Tierra del Fuego 2011 llegó el segundo tricampeonato, estableciendo un nuevo récord, y luego se sucedieron las conquistas en Neuquén 2015, Bío Bío 2016, Magallanes 2018 y La Pampa 2019.
Lamentablemente en 2020 y 2021 los Juegos debieron ser suspendidos a causa de la pandemia por Covid-19 y la competencia pudo retomarse recién en 2022 con la 29° edición del certamen que se celebró en Los Lagos. A pesar de los dos años de inactividad a nivel competitivo, las y los atletas rionegrinos pudieron demostrar una vez más sus cualidades y llevaron a la provincia a gritar campeona. De esta manera se festejó por igual la extensión del palmarés, que llegó a 13 conquistas, y un nuevo tricampeonato, el tercero de su historia en los Juegos.
En 2023 Río Negro volvió a establecer un récord y se transformó en la primera delegación en alcanzar un tetracampeonato tras ser la mejor en la 30° edición del certamen que la tuvo como anfitriona. Posteriormente superó esa marca y fue pentacampeona en Aysén 2024, acrecentando su palmarés a 15.
En este 2025 la Provincia defenderá por quinta vez consecutiva el título, esta vez en La Pampa (sede dónde ya supo coronar en 2019) y buscará seguir marcando récords dentro de los Juegos Binacionales de la Araucanía.
Judiciales
Se casaron en EE.UU. y se divorciaron en Río Negro: ¿Por qué un complejo de lujo y una biblioteca de 4.000 libros quedaron fuera de la división?
Tras más de 20 años, el matrimonio decidió separarse.

Desde un complejo turístico de lujo en una zona paradisíaca de Mallín Ahogado hasta una biblioteca de 4.000 libros integraron la disputa por los bienes conyugales de una pareja estadounidense que se radicó en El Bolsón en los años 90. Llegaron a la Patagonia después de vender un emprendimiento millonario y apostaron a instalarse en la región con un proyecto amplio, que combinó vida familiar, inversiones y un desarrollo turístico de alto nivel en la zona. Años más tarde se divorciaron y, en ese contexto, la mujer presentó ante el Juzgado Multifueros de El Bolsón una demanda para determinar qué bienes formaban parte de la sociedad conyugal.
El expediente reflejó la magnitud del proyecto. El predio de Mallín Ahogado cuenta con una casa principal, cabañas, un complejo turístico de nivel alto, un spa, un galpón, un biodigestor, invernaderos, senderos, escaleras al río, una biblioteca de 4.000 ejemplares y diverso equipamiento. Todas esas instalaciones se desarrollaron dentro de tierras fiscales ocupadas por la fundación Land Ethic Action Foundation, constituida en California y administrada por ambos integrantes del matrimonio.
Esa particularidad se convirtió en el núcleo jurídico del caso. La mujer incorporó esas construcciones y bienes en su demanda porque los entendió parte del proyecto familiar que la pareja sostuvo durante más de 20 años. La jueza, al analizarlos, explicó que no podían ingresar a la división de gananciales por tres motivos concretos: pertenecen a una persona jurídica independiente -la fundación-, se encuentran dentro de tierras fiscales sujetas a un régimen específico y no figuran inscriptos a nombre del matrimonio. La exclusión dentro del juicio, añadió, no limita los derechos que la mujer pueda ejercer sobre esos bienes en el ámbito de la fundación o por otras vías legales que correspondan.
La magistrada explicó luego que la liquidación de la sociedad conyugal no revisa la totalidad del patrimonio construido por las partes. Solo incorpora los bienes que la ley califica como gananciales al momento del divorcio. Bajo esa premisa quedaron excluidos los bienes propios, las inversiones personales, los activos administrados por terceros y todo lo vinculado a la fundación, sin que ello implique pérdida de administración o control en los ámbitos correspondientes.
Los informes de la Dirección de Tierras confirmaron que las 260 hectáreas de Mallín Ahogado pertenecen al Estado provincial y se encuentran bajo ocupación provisoria de la fundación. Ninguna construcción situada en ese predio puede considerarse ganancial, ya que la normativa de tierras fiscales impide asignar titularidad privada sobre las mejoras. La Municipalidad informó además que el complejo turístico figura registrado a nombre de la fundación extranjera.
La pericia contable reforzó esa conclusión. El profesional designado señaló que no existe documentación capaz de diferenciar con precisión qué mejoras provienen del matrimonio y cuáles surgieron del funcionamiento propio de la fundación. Esa falta de elementos claros impidió vincular el desarrollo del predio con el patrimonio conyugal, incluso si parte de los fondos utilizados tuvo origen en la venta del negocio de paisajismo realizado en Estados Unidos.
Después de revisar toda la prueba, la magistrada delimitó con precisión qué bienes integran la comunidad: un inmueble ubicado en el centro de El Bolsón, donde funcionan dos locales comerciales, y una camioneta Toyota Hilux adquirida durante la vigencia del matrimonio. Ambos bienes se encuentran correctamente inscriptos y cumplen con los parámetros del Código Civil y Comercial.
La exclusión de resto de los bienes no refleja una pérdida patrimonial para ninguna de las partes, sino la aplicación del alcance legal del régimen de gananciales. El fallo subrayó que esos activos pueden administrarse o reclamarse por otras vías, pero no pueden dividirse dentro de un proceso de liquidación conyugal que, por ley, solo admite bienes gananciales estrictamente determinados. La modalidad de partición del inmueble céntrico y de la camioneta se definirá en la etapa de ejecución. La sentencia de primera instancia no está firme porque puede ser apelada.








