Judiciales
Se escapó del Hospital cuando tenía Covid-19 y ahora podría ir preso
En menos de 24 horas huyó en dos ocasiones del Hospital de Cipolletti. Ahora enfrenta un juicio.
En una audiencia celebrada esta semana, un hombre que estuvo infectado de Covid-19 fue acusado de violar en dos oportunidades las medidas preventivas dispuestas por el Gobierno Nacional mediante el decreto de necesidad y urgencia 260/2020.
El primer delito que se le imputa ocurrió el 11 de julio pasado, alrededor de las 21.20 horas cuando el acusado se dio a la fuga del Hospital de Cipolletti donde se encontraba internado por haber sido diagnosticado como caso positivo de coronavirus, dirigiéndose a un domicilio ubicado en un barrio de emergencia de esta ciudad. Tras la intervención de personal sanitario, el hombre aceptó ser trasladado nuevamente al nosocomio cerca de la medianoche.
El día siguiente, el 12 de julio alrededor de las 8 de la mañana, el imputado volvió a darse a la fuga del centro de salud donde permanecía internado, retirándose del sector de internación destinado a los pacientes que se encuentran infectados con la mencionada enfermedad. Su paradero fue desconocido hasta las 14.45 cuando regresó a su domicilio y fue ubicado por personal policial, que en conjunto con personal de salud público volvió a organizar su traslado al nosocomio.
Según indicó el representante del Ministerio Público Fiscal, con su accionar el hombre violó las medidas dispuestas por las autoridades competentes del Poder Ejecutivo Nacional para impedir la propagación de la epidemia del Covid 19, ordenadas mediante Decreto de Necesidad y Urgencia 260/2020 y sus prórrogas.
Cabe señalar que la respectiva de formulación de cargos no fue solicitada anteriormente puesto que el hombre debía afrontar el correspondiente tratamiento médico y que misma fue requerida una vez superado lo anterior y ya restituidos los plazos procesales.
La calificación legal en el cual la Fiscalía encuadró el caso como propagación de una enfermedad
contagiosa y peligrosa y violación de medidas para contener la propagación de una epidemias en dos hechos, figuras previstas en los artículos 202 y 205 del Código Penal. La calificación legal es provisoria puesto que resta confirmar si alguna persona sufrió algún contagio por el accionar del acusado y si esta situación es requisito indispensable para la configuración del delito de propagación de epidemias.
Siguiendo lo previsto por el Código Penal, las penas previstas según la calificación legal la pena mínima para el caso es de tres años de prisión, pero que como el imputado cuenta con antecedentes penales computables la pena a imponer en caso de ser hallado culpable sería de cumplimiento efectivo.
La defensa oficial que representa al acusado si bien no formuló objeciones al hecho ni a la calificación legal, adelantó que hará los planteos correspondientes en las próximas instancias procesales.
La Jueza de Garantías que intervino en la audiencia tuvo por formulados los cargos en los términos expuestos por la fiscalía y dispuso un plazo de investigación de cuatro meses de cara a la solicitud del control de la acusación previo al juicio.
Teniendo en cuenta que existen la posibilidad de vulnerar derechos constitucionales sobre la intimidad del imputado en base a exponerse su estado de salud, desde la Justicia aclararon que no se brindarán datos que permitan la identificación del mismo.
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Gatti continuará con tobillera electrónica
El periodista condenado por tenencia y distribución de videos de abuso sexual infantil aseguró que la batería del dispositivo se cayó a la pileta. Tras el alerta, había sido detenido en Bahía Blanca.
En la jornada de hoy (09/01) se realizó una nueva audiencia de medidas cautelares, a partir de un alerta detectada en la tarde de ayer (08/01) por el organismo encargado de controlar el funcionamiento de la tobillera de control satelital que le colocaron al periodista Emiliano Gatti.
El Ministerio Público Fiscal solicitó la instancia para requerir nuevamente la prisión preventiva del hombre. Dicho pedido había sido efectuado el 16 de diciembre pasado, cuando el que el Tribunal de juicio dispuso agravar las medidas cautelares impuestas desde el momento en que el TI sostuvo la condena del periodista.
Así, Gatti debe presentarse dos veces por día en una comisaría de la ciudad de Bahía Blanca donde reside y se le colocó una tobillera de control satelital cuya responsabilidad era mantener siempre consigo y cuidar.
En la jornada de ayer se detectaron eventos que dan cuenta de instantes de incomunicación. El acta suscripta por la Unidad de control indica que había ingresado agua al dispositivo por la caída a un charco. Agrega el documento que el hombre «debió haber sido cauteloso y precavido» y que a raíz del imperfecto la batería no encendía.
La fiscal volvió a requerir la prisión preventiva mencionando las «inobservancias» de las obligaciones que le caben al hombre y el «uso indebido del dispositivo». Reiteró además que «si bien es cierto que cumple con las obligaciones impuestas, posee ingresos que le permitirían mantenerse oculto del accionar de la justicia».
Dijo además que ante el doble conforme de la condena (tanto por el Tribunal de juicio como por el de impugnación) se mantiene la existencia del riesgo de fuga. A todo ello adhirió la querella.
A su turno el abogado defensor explicó la secuencia producida. Dijo que Gatti lo anotició inmediatamente de lo ocurrido y que ya se lo había informado al agente del servicio penitenciario que controla su situación. En este mismo sentido se expresó el periodista quien explicó que la batería «se le había caído a la pileta y que fue la agente penitenciaria quien la abrió». El hombre fue demorado en Bahía Blanca y asistió por Zoom a la audiencia desde la comisaría en donde fue alojado.
Finalmente el Tribunal interviniente sostuvo la determinación tomada el 16 de diciembre y volvió a rechazar el pedido de la Fiscalía. Dijo que ya se habían dispuesto oportunamente «las medidas tendientes a neutralizar el peligro de fuga cuando se intensificó las presentaciones en comisarias (diarias, dos veces al día) y se dispuso la colocación de tobillera».
«Surge evidente que éste se trató de un hecho accidental. No hay prueba de que haya intentado abrir el dispositivo y hemos valorado la actitud de ponerse inmediatamente a disposición de las autoridades penitenciarias», añadieron.
Sí agregaron que en lo sucesivo Gatti «deberá tomar mayores cuidados». Asimismo indicó que el 13 de enero próximo el periodista deberá constituirse en la Oficina Judicial de Roca para sustituir el dispositivo electrónico.
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Detuvieron a Emiliano Gatti
Por más que la sentencia no está firme, la tobillera electrónica dejó de emitir señal por lo que la Justicia ordenó su inmediata detención.
El periodista Emiliano Gatti, condenado por tenencia y distribución de videos de abuso sexual infantil, fue detenido esta mañana (09/01) en Bahía Blanca. Por más que la sentencia no está firme, la Justicia dictaminó el uso de una tobillera electrónica, la cual habría dejado de emitir la señal de ubicación correspondiente, por lo que se ordenó su inmediata detención.
Gatti fue condenado a 6 años de prisión efectiva por los delitos de tenencia y facilitación de imágenes de abuso sexual infantil. No obstante, como la defensa apeló ante el Superior Tribunal de Justicia, la Justicia dispuso que cumpla en Bahía Blanca con dos presentaciones diarias en la Comisaría de su domicilio, una por la mañana y una por la tarde. Además, que se le coloque una tobillera electrónica que venía monitoreando lo que fue su viaje de regreso desde General Roca hasta Bahía Blanca y que no salga fuera de los límites del ejido urbano.
Pero, en las últimas horas, un problema de señal en el dispositivo electrónico motivó que fuera detenido por la Policía. Es su segunda vez tras las rejas, ya que había estado detenido unas pocas horas el día en que allanaron su domicilio en Roca tras un alerta de una organización internacional que detectó el tráfico de material de abuso sexual infantil desde la dirección IP de su conexión a internet.
El delito
En la primera etapa del juicio, que se realizó en mayo, Gatti había sido condenado por 50 videos con imágenes de abuso sexual infantil que estaban descargados en su computadora personal y en otros dispositivos electrónicos secuestrados en su vivienda. Los videos fueron descargados y puestos a disposición de otros usuarios en la plataforma E-Mule
Para declarar la responsabilidad, el Tribunal declaró contundente y decisiva la prueba científica y técnica presentada en el juicio.
Los jueces también señalaron la gravedad de los delitos acreditados, al afirmar que la simple tenencia de ese tipo de videos «favorece el crecimiento de este mercado, dado que la demanda de material incentiva la comisión de más abusos».
El veredicto reseñó que la investigación comenzó en el área de Cibercrimen del Departamento de Investigaciones Judiciales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en agosto de 2022. Ese equipo realizó una pesquisa en las plataformas ICACCOPS y CPS para detectar usuarios que compartieron material de abuso sexual infantil entre junio de 2021 y agosto de 2022. Así se activó el protocolo de investigación que finalizó con el allanamiento del 15 de noviembre de 2022 en la vivienda del acusado.
Las pericias acreditaron que los videos fueron abiertos y visualizados en la PC desde el mes de agosto de 2022 hasta unos pocos días antes del allanamiento. En ese lapso la vivienda estuvo vigilada por los investigadores, quienes confirmaron que Gatti fue la única persona que ingresó al domicilio por esos días. «Esto da por tierra lo sostenido por el imputado y su defensa técnica en cuanto a que no conocía la existencia de los videos», concluyó el Tribunal.
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El taxista que fue hallado sin vida en su vivienda, falleció de un infarto agudo
Así lo estableció la autopsia realizada en el día de hoy. En un primer momento el caso había sido caratulado como muerte dudosa.
Esta tarde (08/01), el médico forense que practicó la autopsia al hombre de 51 años que fue hallado muerto en el interior de su vivienda ubicada en Montevideo y Rosario de Santa Fé el lunes pasado (06/01), confirmó que la causa de la muerte fue un infarto agudo.
Informó además que el cuerpo no presentaba lesiones externas que pudieran indicar signos de criminalidad.
La víctima fue identificada como Carlos Fortunato, quien era un conocido chofer de taxi de la ciudad. Su muerte causó mucha tristeza en clientes del servicio que brindaba y vecinos del barrio.
No obstante la fiscal en turno avanza en la investigación iniciada a partir del hallazgo para esclarecer cuáles fueron las circunstancias que rodearon al hecho.
En ese marco se tomaron diversas testimoniales, trabajaron agentes de la Policía de Río Negro, Gabinete de Criminalística y el Cuerpo de investigaciones Judiciales. Continúan por estas estas horas pericias iniciadas con antelación.