Agro
Salud trabaja con autoridades y empresas de Chimpay por la llegada de la cosecha de Cereza
Todos los trabajadores que lleguen de otras provincias deben tener el test de Covid-19 negativo.

En el marco de las tareas de prevención dispuestas para la nueva temporada productiva en la provincia, el ministro de Salud Fabián Zgaib, se reunió en Chimpay con autoridades locales, sanitarias y empresas para delinear acciones ante la llegada de trabajadores migrantes para la cosecha de cereza.
El encuentro en el Municipio local y luego en el hospital tuvo como finalidad avanzar en trabajos conjuntos para establecer acciones sanitarias y minimizar los riesgos de contagios de COVID-19 en los lugares de trabajo y cosecha.
Al respecto el ministro Zgaib expresó que el protocolo provincial determina que todos los trabajadores deben llegar con test de COVID-19 negativo, realizado 72 horas antes del viaje, y ser trasladados en un transporte que cumpla con los requisitos vigentes respecto de normas de higiene y distanciamiento.
Asimismo, agregó que las empresas que reciban trabajadores deberán contar con las condiciones sanitarias vigentes y presentar los protocolos correspondientes que garanticen la prevención de contagios.
Durante el encuentro, representantes de empresas informaron a las autoridades sobre la modalidad de trabajo, control y acciones para minimizar los riesgos de contagio frente a la enfermedad.
Asimismo, garantizaron que trabajarán con personal de salud propio, notificarán a las autoridades sanitarias sobre posibles casos de COVID-19 y que los trabajadores cumplirán aislamiento en lugares preestablecidos por la firma.
En este sentido, se prevé que lleguen unos 4 mil trabajadores de la provincia de Tucumán que realizarán tareas de cosecha a partir del mes de noviembre próximo.
De los encuentros participaron el intendente local, Hugo Funes; el secretario de Producción de la localidad, Juan Accatino; la directora del hospital, Érica Narváez; el médico veterinario de la Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental (URESA), Pablo Crowley, y representantes de la empresa productora de cereza.
Agro
Tras quejas de gobernadores y productores, el Gobierno suspendió temporalmente el ingreso de carne con hueso a la Patagonia
Habrá un plazo de negociación luego de los reclamos de las Provincias.

El Gobierno decidió suspender de manera temporal la medida hecha pública este martes (18/03) que implicaba habilitar, después de 24 años de restricción, el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una zona libre de aftosa sin vacunación. La resolución oficial fue cuestionada por productores y gobernadores y, en el Poder Ejecutivo aseguran que habrá un paréntesis de negociación para su implementación.
El Gobierno había tomado la decisión de permitir, tras 24 años de restricciones, el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una región libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esta medida, oficializada a través de la Resolución N° 180/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), modifica normativas que desde 2001 prohibían el traslado de productos cárnicos desde zonas con vacunación hacia la región patagónica, con el fin de preservar su estatus sanitario. A partir de esta resolución, se establecían nuevas condiciones sanitarias que permiten el ingreso de carne y material genético de otras partes del país y del exterior, sin comprometer la seguridad de la región.
La flexibilización de estas restricciones se basa en estudios sanitarios realizados por el Senasa, que detectaron circulación viral de fiebre aftosa en el territorio nacional. De acuerdo con los análisis, la posibilidad de introducir el virus mediante el traslado de carne con hueso es mínima, lo que dio pie a la decisión. Además de esta flexibilización, se fijaron estrictas normativas de producción, procesamiento, empaque y transporte para garantizar que los productos cárnicos cumplan con los estándares sanitarios establecidos, alineados con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
La medida generó el rechazo de los gobernadores de las provincias patagónicas, entre ellos el de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien sostuvo que «el Gobierno Nacional impone una resolución que destruye lo que miles de productores construyeron con esfuerzo durante dos décadas. La Patagonia es zona libre de fiebre aftosa sin vacunación gracias al trabajo de nuestros ganaderos y frigoríficos, pero ahora, desde un escritorio en Buenos Aires, un burócrata pretende borrar todo de un plumazo para favorecer a los grandes supermercados y exportadores».
En tanto, su par neuquino Rolando Figueroa, a través de la misma red social, anticipó esa suspensión por 90 días. «Tenemos que eliminar injusticias en la Patagonia, bajar el precio de la carne y proteger a nuestros productores. Vamos a mirar con atención la distribución de la rentabilidad dentro de la cadena de valor, para que en ese camino no se castigue al productor reconociéndole lo que vale, y eliminando los privilegios de algunos vivos, que perjudican con los precios de venta a la gente», mencionó.
«Nuestro objetivo es reducir los precios de la carne, pero para lograrlo, no podemos comprometer el estatus sanitario que hemos alcanzado en nuestra región y debemos proteger a los productores que reciben muy poco, a pesar de haber cuidado durante 20 años dicho estatus», completó.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, Carlos Banacloy, aseguró que «estamos hablando de una medida que pone en riesgo un trabajo de más de 20 años, un esfuerzo colectivo que nos permitió alcanzar un estatus sanitario reconocido a nivel mundial». Además, destacó que «la Patagonia ha sido un ejemplo en sanidad animal y que esta decisión unilateral amenaza la sustentabilidad del sector».
Según fue presentada por el Gobierno, una de las principales razones detrás de esta medida fue la reducción de los altos precios de la carne en la Patagonia. Históricamente, los precios de los cortes vacunos en la región han sido significativamente más altos que en otras partes del país debido a la oferta limitada de carne local. En zonas como el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, el precio del asado llegó a superar los $18.500 por kilo en algunas carnicerías, mientras que en Buenos Aires se puede comprar a $8.200 el kilo. El levantamiento de la prohibición se espera que incremente la oferta de carne en el mercado patagónico, lo que podría ayudar a reducir los precios y los costos asociados a la distribución de la carne en la región.
Agro
Banacloy: «Eliminar la barrera sanitaria pone en riesgo la producción»
Así lo expresó el ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro.

Tras el contundente rechazo del gobernador Alberto Weretilneck a la eliminación de la barrera sanitaria patagónica, el ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy, reafirmó la postura del Gobierno de Río Negro y advirtió sobre «las graves consecuencias que traerá esta decisión del Gobierno Nacional para la producción ganadera y los mercados internacionales».
«Estamos hablando de una medida que pone en riesgo un trabajo de más de 20 años, un esfuerzo colectivo que nos permitió alcanzar un estatus sanitario reconocido a nivel mundial», expresó Banacloy en línea con las declaraciones previas del gobernador. Además, destacó que «la Patagonia ha sido un ejemplo en sanidad animal y que esta decisión unilateral amenaza la sustentabilidad del sector».
Banacloy enfatizó que la barrera sanitaria no es una traba al comercio de carne, sino una herramienta clave para sostener la competitividad y los estándares sanitarios de la región. «Actualmente, el 60% o 65% de la carne que consumimos ya proviene del norte del país. Lo que se impide es el ingreso de carne con hueso, lo que asegura nuestra sanidad y previene el riesgo de enfermedades», indicó.
«La decisión del Gobierno Nacional nos somete a un riesgo enorme: cada pérdida de estatus es pérdida de mercados», explicó.
El ministro también respaldó la postura de Weretilneck de avanzar en una solución que beneficie a todo el país sin castigar a los productores patagónicos. «Si el objetivo real es mejorar el estatus sanitario del país, la solución es clara: levanten la vacunación en todo el territorio nacional y tengamos un solo estándar sanitario. No podemos aceptar que se perjudique a quienes han hecho el esfuerzo», subrayó.
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Levantan la barrera sanitaria: Habilitan el ingreso de carne con hueso a la Patagonia
La medida apunta a bajar los precios en la región, donde el kilo de asado cuesta más del doble que en Buenos Aires.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) modificó las condiciones sanitarias para el ingreso de carnes (con o sin hueso), productos cárnicos y material reproductivo, desde las zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia regiones del país donde no se aplica la vacunación. Esta apertura incluyó la Patagonia, en donde se mantenía una restricción en la barrera sanitaria que llevaba más de dos décadas, una limitación que había sido recientemente defendida por los gobernadores patagónicos. La modificación se publicó este martes (18/03) en el Boletín Oficial.
Desde el Ejecutivo nacional sostuvieron que la adecuación, definida en la Resolución N° 180/2025 «está en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y establece pautas sobre la maduración, empaque, procesamiento y transporte de carnes, así como requisitos sanitarios específicos para el material reproductivo».
Y agregaron que el objetivo es «garantizar la sanidad del ganado y la inocuidad de los productos, sin afectar la comercialización o el abastecimiento interno, ni el mantenimiento de los mercados con otros países».
Marcaron que con la medida «el Senasa reafirma su compromiso con la sanidad animal y la bioseguridad de la producción agropecuaria argentina, asegurando que los controles sean eficientes y acordes a los estándares internacionales».
La medida apunta a bajar los precios de la carne en la Patagonia que, en medio de una oferta insuficiente de hacienda, tiene precios según los cortes muy superiores. Mientras en un supermercado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el kilo de asado se puede conseguir a casi $8200, en varias carnicerías de General Roca, por ejemplo, ya superaba los $18.500.
La Resolución publicada esta mañana en el Boletín Oficial generó un rechazo absoluto por parte de gobernadores patagónicos. El primero en salir a manifestar su descontento fue el mandatario rionegrino Alberto Weretilneck, quien sostuvo que «es una medida totalmente inconsulta, arbitraria y unitaria» y aseguró que «quieren confundir a la gente diciéndoles que va a bajar el precio de la carne. Eso no es cierto. No pasó con los cortes sin hueso que ingresan desde el norte de la barrera y tampoco va a pasar con el asado».