Seguinos

Judiciales

Conflicto por la Biblioteca del Teatro de La Estación: Imputaron por «usurpación» a ocho personas

No podrán ingresar nuevas personas al lugar, sólo a quienes se le formularon cargos. Asimismo se retirará la presencia policial del edificio.

el

El Ministerio Público Fiscal formuló cargos hoy (10/04) a ocho personas como coautoras del delito de «usurpación», según los Artículos 181 inc. 1ro. y 45 del Código Penal.

Según la acusación fiscal, «el hecho habría ocurrido el jueves 14 de marzo pasado, alrededor de las 12.15, en el sector de la Biblioteca ubicada entre el teatro de la Estación y la Dirección de Turismo, ubicada en 25 de mayo, entre España y Maipú, de General Roca, cuya posesión y administración detenta la Municipalidad de General Roca».

«En dichas circunstancias, ocho personas, y al menos 30 más aún no identificadas, cuando dos empleados de la Municipalidad estaban acondicionando el lugar, mediando violencia, amenazas e intimidación, empujaron la puerta de ingreso, pese a la resistencia de los empleados y les decían que se vayan. De esta manera habrían logrado usurpar el lugar, permaneciendo hasta la fecha los imputados antes identificados, impidiendo el ingreso de personal del Municipio», agregaron las representantes fiscales.

Como sustento probatorio para instancia se mencionó el acta de constatación de la Comisaría 3° realizada el 15 de marzo de 2024, además el acta de exposición policial del día de ocurrido el hecho por parte de los empleados municipales, documentación aportada por la Municipalidad de Roca, entrevista realizada a la Directora de Turismo municipal, inventario realizado del lugar.

Se agrega el acta de constatación del sábado 6 de abril donde la Fiscalía se hizo presente junto a personal policial, disponiendo que las personas que estaban dentro del edificio podían salir pero no ingresar, y que se daba autorización que se les brinden víveres y demás cuestiones que necesitaran los de adentro.

La querella, representando a la Municipalidad de General Roca, adhirió a la formulación, y enunció información que agregó como respaldo probatorio.

Por su parte, la abogada particular que asiste a los ocho imputados, solicitó que no se tengan por formulados los cargos, y que se quite la posta policial del lugar. Asimismo, con la asistencia de su abogada de confianza, tres de las ocho personas hicieron uso de la palabra, sin responder preguntar de las partes.

Finalmente, la jueza de Garantías interviniente resolvió tener por formulados los cargos tal lo esgrimido por el Ministerio Público Fiscal para las ocho personas imputadas, y estableció que la investigación penal preparatoria dure 4 meses.

Medida cautelar

Luego, la Fiscalía y la querella solicitaron como medida cautelar que «se prohíba el ingreso de nuevas personas, que únicamente puedan ingresar y salir del lugar quienes fueron imputados en el día de la fecha», expresó la fiscalía. Además, «pediremos que se quite la custodia policial del lugar».

Por su parte, la defensora pidió que se rechace el pedido fiscal y el de la querella, que se continúe la investigación sin la aplicación de medidas cautelares, y que se permita el acceso a la Biblioteca.

Finalmente, la jueza de Garantías resolvió que para salvaguardar el bien, el espacio donde funciona la Biblioteca, no podrán ingresar nuevas personas al lugar, sólo quienes fueron imputados hoy, y se retirará la presencia policial del edificio.

Además, en el marco de esto, se fijó una reunión entre las partes, es decir Fiscalía, querella y defensa.

Judiciales

Lo denunciaron por acoso callejero y deberá realizar un curso de masculinidades

Asimismo, el acusado deberá comprometerse a no repetir la conducta.

el

Una mujer que volvía en bicicleta de su trabajo por una calle de Cipolletti fue interceptada por un hombre que también circulaba en bicicleta. Se colocó a su lado y le habló con insistencia. Le dijo que conocía sus horarios laborales y confesó que la había estado siguiendo durante varios días. La situación motivó una denuncia por acoso callejero. El caso derivó en una resolución judicial que aplicó la suspensión del proceso contravencional a prueba. Como condición, el imputado deberá realizar un curso sobre masculinidades y comprometerse a no repetir la conducta.

El episodio ocurrió el 28 de febrero pasado, alrededor de las 13.30. La persona denunciante relató que circulaba por una calle de la ciudad cuando notó que un hombre la alcanzó en bicicleta, la saludó y comenzó a expresarse con frases que le generaron temor: dijo que hacía días la seguía, que conocía los horarios en que entraba y salía de su trabajo, que la había visto en la zona de la circunvalación y que quería pedirle su número de teléfono, aunque le pidió que no comentara nada ni a su madre ni a su pareja.

La denuncia ingresó en el Juzgado de Paz el 13 de marzo, y al día siguiente se dispusieron medidas cautelares según lo previsto por el artículo 75 bis del Código Contravencional. Con el expediente en curso, el 31 de marzo el ciudadano imputado concurrió para realizar su descargo, solicitó la suspensión del proceso contravencional a prueba, ofreció realizar una capacitación sobre género y manifestó su voluntad de no reincidir en la conducta denunciada. La persona denunciante expresó su conformidad con esa propuesta.

Al momento de resolver, el Juzgado tuvo en cuenta no solo el relato de la persona afectada y las pruebas reunidas en la causa, sino también el marco normativo vigente, que impone el abordaje judicial con perspectiva de género. Citó la Ley Nacional 26.485 y la Acordada 06/23 del Superior Tribunal de Justicia, y enmarcó los hechos en el artículo 44 del Código Contravencional, que sanciona el acoso callejero cuando este produce intimidación, hostilidad, degradación o afecta la dignidad de las personas.

En consecuencia, resolvió aplicar la suspensión del proceso a prueba en los términos del artículo 11 de la ley provincial 5592, y dispuso como instrucción especial la realización del curso autogestionado Masculinidades, relación de poder y cambio social, perteneciente al área de Género y Diversidad del Gobierno de Río Negro. El imputado deberá presentar el certificado que acredite su cumplimiento en el plazo de un mes desde la notificación de la sentencia, y no podrá incurrir en nuevas contravenciones durante seis meses.

Continuar leyendo

Judiciales

Se conformó el jurado popular para el juicio número 21 de la provincia, que comienza este lunes en Roca

Se juzgará el femicidio de Nicole Ailín Posada.

el

12 jurados titulares y 4 suplentes fueron seleccionados en la audiencia previa al juicio que comenzará este lunes (7/04) en Roca, donde se juzgará el femicidio de Nicole Ailín Posada.

En primer lugar se realizó el proceso de selección del jurado femenino y, a continuación, se avanzó con el jurado masculino. Según lo establecido por el Código Procesal Penal de Río Negro, el jurado popular quedó integrado por igual cantidad de hombres y mujeres de diversas edades y procedentes de distintas localidades de la Segunda Circunscripción Judicial.

La audiencia de selección fue oral y pública, a cargo del juez técnico Oscar Gatti, quien dirigirá el juicio. Participaron todas las partes del proceso, incluido el imputado, Oscar Fernando Efraín Carriqueo Phomphakdy.

Durante la audiencia, las y los abogados de la querella, la defensa y el Ministerio Público Fiscal formularon preguntas a los y las potenciales juradas para evaluar su idoneidad. De ese modo, se excluyó a quienes presentaban algún impedimento o pudieran tener un interés en el caso, asegurando así la imparcialidad del jurado.

Al finalizar, el juez explicó al jurado sus derechos y obligaciones, y formalizó la convocatoria para las jornadas de debate que se desarrollarán del 7 al 11 de abril, entre las 8.30 y las 16, en el salón Auditorio de la Ciudad Judicial de General Roca.

Este será el juicio por jurados número 21 en la historia de la provincia de Río Negro. Se prevé la participación de más de 40 testigos, además de la presentación de prueba documental, fotografías y elementos secuestrados.

El caso

Según la acusación, el hecho ocurrió entre las 3 y las 6.30 de la madrugada del 17 de febrero de 2024, en el domicilio ubicado en Tránsito Toledo al 2000, donde convivían la víctima, Nicole Posada, el imputado y sus cinco hijos menores de edad.

La fiscalía sostiene que el imputado, aprovechando la situación de vulnerabilidad de la mujer y la asimetría de poder entre ambos, comenzó a golpearla, causándole múltiples lesiones. Ante la resistencia de la víctima, habría utilizado una barra de hierro para golpearla en la cabeza, provocándole la muerte en el lugar a causa de una lesión craneana.

El imputado llega a juicio detenido, con prisión preventiva. Será juzgado por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio), en calidad de autor, según los artículos 80 incisos 1 y 11, y 45 del Código Penal, y conforme a lo dispuesto en la Ley 26.485.

Continuar leyendo

Judiciales

Periodista sufrió hostigamiento en un clima de trabajo «tóxico»: Condenan a una empresa de medios por daño moral

El fallo es de primera instancia y no se encuentra firme, por lo que Editorial Río Negro puede apelar.

el

Una periodista que trabajó durante casi 20 años en un medio de comunicación fue víctima de un ambiente tóxico, marcado por presiones y descalificaciones que afectaron su salud psíquica. A raíz de la judicialización del caso, el fuero laboral de Roca reconoció el daño moral que sufrió y condenó a una empresa periodística a pagar una indemnización equivalente a cinco salarios de su categoría. Sin embargo, el Tribunal no hizo lugar al reclamo por el supuesto despido indirecto: concluyó que la actuación de la trabajadora en ese sentido fue extemporáneo.

El fallo reconstruyó las condiciones de trabajo que atravesó la periodista a partir de 2017, cuando comenzó un profundo proceso de transformación del medio -Editorial Río Negro SA – en el que se desempeñaba. La empresa comenzó una transición del papel hacia el entorno digital, acompañada por una reducción de personal, cierre de corresponsalías y reestructuraciones internas que alteraron por completo las condiciones de trabajo.

Ese cambio estuvo liderado por una nueva dirección periodística, en manos de un profesional de trayectoria internacional que fue descripto por varios testigos como una figura «autoritaria», con un estilo «sin filtro», y con exigencias que excedían lo razonable. Según el testimonio de compañeros de redacción, este directivo impulsó un modelo de trabajo en el que «a los buenos periodistas había que pedirles más», instalando «un clima de presión constante, favoritismo arbitrario y trato desigual».

En ese contexto, la periodista -editora al momento de los hechos- comenzó a sufrir síntomas de ansiedad, estrés y angustia. En agosto de 2017 tuvo una crisis de salud al retirarse de la redacción y desde entonces no pudo volver a trabajar. Fue diagnosticada con un trastorno adaptativo moderado-grave y recibió tratamiento psiquiátrico y psicológico por más de un año.

La jueza presidenta del Tribunal destacó que los testimonios fueron consistentes al describir un entorno «tóxico», con reubicaciones, superposición de órdenes, sobreexigencia y maltrato. Se mencionaron episodios de llanto, ataques de pánico, e incluso desmayos. También se remarcó que varios trabajadores sufrieron afectaciones similares durante ese período, aunque no todos reaccionaron del mismo modo.

Uno de los testigos sostuvo que «la relación con el director dependía del nivel de tolerancia de cada persona», y que la actora, en particular, «agachaba la cabeza y lloraba». Otro colega señaló que «las exigencias eran desproporcionadas» y que «el clima era asfixiante». En el caso de la periodista, se concluyó que ese entorno le provocó un daño psíquico concreto, constatado por su médica, y que tuvo consecuencias laborales y personales.

La sentencia determinó que la responsabilidad de la empleadora no puede descartarse cuando se ha acreditado un ambiente de trabajo que vulnera la dignidad del trabajador, incluso aunque no se haya llegado a una situación de mobbing en sentido estricto. «El maltrato no fue únicamente direccionada a ella, ya que como refirieron los testigos, era generalizado (…) configuraba un mal ambiente de trabajo, configurativo de acoso laboral, que no puede ser justificado», sostiene el fallo.

En ese marco, se otorgó una reparación por daño moral calculada en base a cinco sueldos de su categoría (editora, según el convenio colectivo FATPREN), a valores de marzo de 2025. El Tribunal subrayó que la indemnización no responde al «precio del dolor» sino a la idea de brindar una compensación que permita reparar el sufrimiento a través de bienes o experiencias que aporten bienestar, en línea con lo establecido por el Código Civil y Comercial.

Si bien el Tribunal reconoció la existencia de un «ambiente laboral hostil» y la afectación concreta a la salud de la trabajadora, rechazó el reclamo indemnizatorio vinculado al despido indirecto. Consideró que «la decisión de extinguir el vínculo laboral fue extemporánea, ya que se produjo casi dos años después de los hechos invocados como injuria».

El fallo subrayó que no hubo intimaciones previas ni intentos de reinserción laboral una vez finalizado el tratamiento médico, y que tampoco se comunicó a la empresa el alta correspondiente para interrumpir el período de reserva de puesto. La sentencia de primera instancia no está firme y se encuentra dentro de los plazos de apelación.

Continuar leyendo
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement