La suma de nuevos abastecedores, que empujaron de manera considerable la actividad de la Frigorífico J.J. Gómez, y nuevas inversiones por $3.200.000, marcaron un primer trimestre muy dinámico en la planta de la fábrica, administrado por una cooperativa conformada por los propios trabajadores.

A la tercera semana de marzo ya se computa un aumento en el volumen de la faena del 20%. La tendencia ya se vislumbraba en febrero, cuando los números ya habían mejorado un 10 por ciento en relación al mismo mes del año anterior.

“No se trata este crecimiento de un indicador del consumo, sino que se han sumado nuevos matarifes”, advirtió Felipe Gerbán, presidente de la cooperativa de trabajo.

La mayor demanda de los servicios que se prestan en la planta se produce a pesar que aún el SENASA no autoriza el tránsito federal, que habilita el transporte de lo producido a otras provincias.

“Cada día estamos haciendo algo en función de los requisitos de SENASA, y estamos confiados en que vamos a poder cumplir con el plan de trabajo”, dijo Gerbán. De todos modos “nos llegaron nuevas propuestas de trabajo, de proyecto a gran escala, que pueden generar  más empleo. Por eso es este esfuerzo de todos los trabajadores de cumplir y lograr ese permiso”.

En materia de inversiones, de manera inesperada sufrió una falla terminal la vieja caldera, por lo tanto se compró una unidad de reemplazo que costó más de $1.000.000, si se tienen en cuenta gastos fletes y obras de adaptación. Además, con un desembolso superior a los $900.000 se terminó un tinglado -y al lado se está cerrando otro-, para mejorar las condiciones en el área de despojos de faena, donde se da tratamiento final a huesos y grasa.

Para el tratamiento de residuos y tareas varias se resolvió la compra de un tractor con retroexcavadora por $1.100.000, y una peladora de lechones que ronda los $80.000.

“Cada día surgen nuevas necesidades, y esos son desafíos, porque se debe analizar qué se prioriza, para ser equilibrados entre las necesidades de todos los días y las inversiones de más largo plazo que es necesario llevar adelante”, resumió el dirigente cooperativista.

Gerbán adelantó que se está proyectando una experiencia piloto de producción de bovinos en una chacra que la cooperativa compró en la zona de Guerrico. La primera etapa es iniciar una producción de forrajes, para lo analizan la compra de algunos equipos de segunda mano en la zona pampeana.

Respecto de las gestiones ante SENASA, adelantó que “casi todos los días tenemos consultas, por el ingreso a Neuquén y otros lugares de la provincia”, y se mostraron motivados porque los muestreos en los efluentes “vienen dando cada vez mejor, cumpliendo con los parámetros”.