Judiciales
Juraron Referencistas y un Juez Laboral en Roca
Además, el vocal del STJ, Sergio Barotto, reconoció a jueces jubilados.

El vocal del Superior Tribunal de Justicia Sergio Barotto tomó juramento ayer al mediodía en Roca a los Abogados Referencistas que comenzarán a cumplir funciones en los Juzgados de Primera Instancia y Cámaras de los fueros Civil y Laboral de la Segunda Circunscripción. En el mismo acto prestó juramento y se reincorporó a la tarea judicial el juez jubilado Edgardo Juan Albrieu, designado en forma transitoria como vocal de la Sala II de la Cámara del Trabajo de Roca. Además, prestó juramento la nueva Defensora de Pobres y Ausentes N° 3 de Roca, Ana María Streindenberger, recientemente designada por el Consejo de la Magistratura.
Como Referencistas se incorporaron, previo concurso público de oposición y antecedentes, los abogados María Belén Ayerra (a la Sala I de la Cámara del Trabajo), Romina Daniela Merino (a la la Cámara de Apelaciones Civil, Comercial y de Minería), Andrea Fernanda Vesciglio (al Juzgado Civil Nº 1 de Roca), Eloy Luis Eduardo Valdez (al Juzgado Civil Nº 3 de Roca), Guadalupe Anahí Villanueva (al Juzgado Civil Nº 5) y Damián Aguirre (al Juzgado Civil Nº 9).
Además juraron los Referencistas Emilce María Belén Tello (al Juzgado Civil Nº 31 de Choele Choel) y Néstor Ariel Fernández (al Juzgado Civil Nº 21 de Villa Regina).
Reconocimiento a jueces jubilados
En el acto, que se realizó en el Salón Auditorio de la Ciudad Judicial ante más de 100 personas, el juez Barotto hizo un especial «reconocimiento al Dr. Albrieu y en su persona a todos los otros jueces jubilados que hemos reincorporado a las funciones» por necesidades del servicio de Justicia, como fueron los magistrados Susana Burgos, César López Meyer, Aldo Rolando, Carlos Larroulet y Emilio Meheuech. «Podrá decirse que es una obligación legal, pero sin embargo ninguno de ellos tuvo el más mínimo reparo para emprender esta tarea, difícil por cierto, que es volver a prestar funciones cuando han transitado tantos años de trabajo», indicó el vocal del STJ.
Por la celeridad judicial
Sobre el rol de los Referencistas, Barotto destacó su tarea «de apoyo a los jueces que están en la trinchera». «Tenemos la política de combatir lo que, en mi humilde entender, es la gran crítica que tiene la sociedad hacia nosotros, que es la demora en los trámites judiciales», sostuvo. Así, la incorporación de estos profesionales -concursados para las cuatro Circunscripciones Judiciales- brindará «apoyo directo a los jueces para que puedan confeccionar de una manera más rápida sus sentencias».
El juez delegado del STJ destacó que estos abogados «pertenecen al Cuerpo de Referencistas y Relatores del Poder Judicial» y que a partir de su ingreso se realizarán auditorías para constatar «las mejoras que en cada organismo debería provocar la incorporación de estos funcionarios».
«Esto es muy importante, porque el esfuerzo económico y organizativo que implica este tipo de medidas es enorme, por lo cual esto va a funcionar ‘a resultado’: el Superior Tribunal de Justicia monitoreará la actividad desplegada en cada organismo, evaluará si hay mejora o no a partir de la incorporación de los referencistas y tomará decisiones en función de esos resultados», precisó Barotto.
Judiciales
Comenzó el juicio a un anestesiólogo por la muerte de Valentín Mercado Toledo
La acusación afirma que el anestesiólogo no vigiló adecuadamente los parámetros vitales durante la operación, lo que habría provocado la encefalopatía que derivó en el fallecimiento del pequeño.

Durante la mañana de hoy (26/11), cuatro testigos dieron inicio al debate que se desarrolla en los Tribunales de General Roca por la imputación al anestesiólogo Mauricio Atencio Krause, de 45 años, acusado del delito de homicidio culposo por la muerte de Valentín Mercado Toledo, un niño de cuatro años, ocurrida en julio de 2024.
La Fiscalía, con adhesión de la querella que representa a la madre y al padre del niño, sostuvo en su acusación que durante el juicio se acreditará que «el hecho ocurrió entre las 8.28 del 11 de julio del año pasado y las 14.14 del 18 de julio, durante el tratamiento quirúrgico programado por una hernia diafragmática realizado al niño en el Sanatorio Juan XXIII».
Según la acusación, «en esa oportunidad, el médico anestesiólogo imputado, por su impericia, negligencia y por no tomar en cuenta la rigurosidad debida que indica el protocolo de actuación, causó la muerte de Valentín».
La Fiscalía afirmó que el niño sufrió una encefalopatía hipóxico isquémica durante la cirugía, debido a que el profesional «omitió vigilar y prestar atención anestésica en forma continua». Indicaron además que a las 10.50 del 11 de julio se detectó «un período anormal de 10 minutos sin registros de presión arterial ni pulsioximetría», lo que derivó en una taquicardia y posterior hipoxia, situación que -según la acusación- debió ser advertida por el anestesiólogo.
«Como consecuencia de ese accionar, el nene sufrió muerte encefálica y el 18 de julio falleció», concluyó el fiscal.
Al inicio del debate se presentaron las convenciones probatorias alcanzadas entre la Fiscalía, las querellas y la defensa del médico: el allanamiento realizado por el Gabinete de Criminalística de Roca, la confirmación de la Asociación de Anestesia y Analgesia de Río Negro sobre el domicilio laboral del profesional en el Sanatorio Juan XXIII, y los resultados de estudios toxicológicos e histopatológicos emitidos por el Laboratorio Regional de Investigación Forense de Chubut.
Hoy declararon la denunciante y madre del niño, la psicóloga de la OFAVI que intervino en la asistencia a la familia, el médico de cabecera del pequeño y uno de los consultores técnicos de la querella.
El juicio, a cargo de un Tribunal unipersonal, continuará mañana. Los alegatos de clausura serán el viernes 28 de noviembre a las 8.30.
Judiciales
Una demora administrativa dejó a un estudiante sin examen, pero la Justicia confirmó que había abonado en término
La universidad no registró a tiempo la cuota de junio y bloqueó el acceso a los exámenes. El juez de Paz determinó que el alumno cumplió con lo pactado y reconoció la relación de consumo educativa.

Un estudiante de abogacía de una universidad privada vivió una situación inesperada luego de abonar la cuota mensual prácticamente sobre el límite del segundo vencimiento. Aunque realizó el pago dentro del plazo permitido, la institución no lo registró a tiempo y el joven quedó imposibilitado de rendir los exámenes del cuatrimestre, dado que la habilitación para presentarse depende de tener todas las cuotas acreditadas.
Desde la universidad le informaron por correo electrónico que la habilitación del parcial se activaría recién «dos horas después de acreditado el pago», una demora administrativa que el alumno consideró determinante para su desempeño académico. A pesar de insistir con reclamos internos y participar de una instancia de mediación, no consiguió que la institución reconociera el pago en el momento oportuno.
Ante la falta de respuestas, decidió acudir al Juzgado de Paz de Allen, que intervino por tratarse de un conflicto encuadrado en una relación de consumo educativa. Tras la audiencia entre las partes, el juez determinó que la cuota correspondiente a junio de 2025 había sido pagada en tiempo y forma.
Para arribar a esa conclusión, el magistrado analizó principalmente la prueba documental aportada por ambas partes. Consideró innecesarias otras presentaciones y rechazó la testimonial ofrecida por la universidad al no estar debidamente justificada su pertinencia. Entre los elementos presentados por el estudiante se encontraba el recibo del pago efectuado el 30 de junio de 2025 en un centro autorizado, correspondiente al segundo vencimiento. Esa documentación acreditaba que el pago se realizó a través de los medios habilitados por la propia institución.
El expediente también incorporó correos electrónicos intercambiados entre las partes, en los cuales la universidad reconocía que la habilitación a los exámenes dependía de la acreditación del pago y que el sistema se actualizaba dentro de las dos horas siguientes. El joven informó haber realizado el pago durante esa misma jornada hábil, sin que la institución actualizara la información a tiempo.
Frente a esa evidencia, el juez sostuvo que el alumno cumplió con lo pactado y que su pago debía considerarse válido. En su resolución aplicó la Ley de Defensa del Consumidor y jurisprudencia del Superior Tribunal de Justicia, ratificando la existencia de una relación de consumo en el ámbito educativo.
De todos modos, no se expidió sobre una eventual responsabilidad de la universidad en las demoras del sistema ni en los procesos internos de acreditación, ya que ese punto excedía el objeto de la acción. La institución, por su parte, argumentó que se trataba de una cuestión estrictamente académica. Finalmente, el juzgado dictó una acción meramente declarativa en favor del estudiante, cerrando el conflicto desde la normativa vigente en materia de defensa del consumidor.
Judiciales
Impidió el regreso de su hijo a Brasil para perjudicar a la madre: Fallo lo calificó como violencia vicaria y autorizó el retorno
La mujer había llegado a Bariloche junto a su hijo para pasar unos días con familiares.

Un hombre utilizó a su hijo menor de edad como herramienta para perjudicar a su ex pareja. Revocó un permiso de viaje con el único objetivo de impedir que la mujer y el niño pudieran volver a Brasil, donde están radicados desde hace más de un año. Una jueza de Familia de Bariloche determinó que el progenitor ejerció violencia vicaria e hizo lugar a una medida cautelar para que madre hijo puedan volver al país limítrofe.
La mujer había llegado a la ciudad cordillerana junto a su hijo para pasar unos días con familiares. El viaje era temporal. La vida del niño transcurre en el estado de Bahía, Brasil, junto a su madre y sus abuelos maternos. La casa, el trabajo, los controles médicos, todo está allá. Pero el regreso no fue posible. El padre, sin previo aviso, revocó la autorización de salida del país.
En el expediente judicial quedó claro que el hombre no tenía ninguna intención de revincularse con el niño. Tampoco inició un pedido de restitución internacional. Lo que hizo fue usar al hijo como una barrera para inmovilizar a la madre, dejarla sin ingresos y lejos de su entorno.
La magistrada interviniente fue terminante: revocar el permiso de viaje no fue un acto de interés paterno, sino una forma encubierta de agresión. «Violencia vicaria», definió. Esa figura se aplica cuando alguien ataca a otra persona valiéndose de alguien cercano. En este caso, la persona menor de edad. La magistrada sostuvo que impedir el regreso a Brasil fue una forma de continuar con la violencia previa, ahora dirigida a través del hijo.
La madre ya había sido víctima de violencia de género. Lo había denunciado en otro expediente, también en el fuero de Familia de Bariloche. Esa situación fue la que motivó su decisión de mudarse a otro país y construir un entorno más seguro para ella y el niño. La jueza recordó que incluso durante el embarazo la mujer fue agredida por su expareja.
El fallo tomó en cuenta que el niño tenía residencia migratoria legal en Brasil, atención médica, arraigo afectivo y social, y una vida consolidada. También que el padre no mostró interés en el menor de edad durante más de un año. En ese tiempo, no presentó ningún recurso ni hizo ningún intento por restablecer el vínculo. Por el contrario, eligió intervenir solo cuando pudo interferir en la vida de la madre.
Con el respaldo de la Defensora de Menores, la jueza interviniente autorizó el regreso inmediato del niño a Brasil como medida autosatisfactiva. Dispuso que Migraciones tome conocimiento para evitar trabas administrativas.





