Opinión
En nombre de la gobernabilidad, todos se arrodillan
Etchepareborda, Presidente del Partido Socialista de Río Negro, analiza el rol de los sindicatos y los gobernadores en el actual contexto socio-político.
Más allá de expresiones aisladas –en el contexto del peso político que puede tener-, el gobierno del PRO transita sus primeros meses de gestión sin demasiados sobresaltos.
Las organizaciones sindicales -en su mayoría-, poco hicieron hasta ahora para incomodar las decisiones que vienen tomándose desde la casa rosada. Expresiones de deseo, alguna que otra movilización en contra de los despidos, pero nada más. Sólo venimos escuchando; “hay que esperar”, “tratar de coordinar acciones en función de lograr reorganizar un frente gremial que confronte las políticas de la derecha”, “ser pacientes para no equivocarnos”… pero mientras estamos esperando, el macrismo avanza sin piedad, avalado por un sistema judicial que le es funcional, construyendo una cortina de humo alrededor de las causas de corrupción del Kirchnerismo que muy bien transmiten todo el día los canales de televisión y las radios que responden a estos mismos intereses, siendo muy difícil hoy, encontrar medios que hablen de la corrupción del macrismo, que existe y en montones. Está claro que quienes robaron y roban deben ir a prisión, sin importar su grado de popularidad que supieron tener o tengan.
El 4 de agosto, el Presidente, en el marco del Plan Universal de Salud anuncio la devolución de 29000 millones de pesos a las obras sociales de los sindicatos hasta el año 2020. Algunos analizan esto como un gesto de acercamiento, otros lo vemos como una acción extorsiva a la que históricamente se vienen sometiendo los sindicatos conducidos por la burocracia sindical a la que, casualmente, le interesa más manejar esta enorme caja que defender a sus afiliados. Ojalá me equivoque y el próximo 22 de agosto, momento que se anuncia como una jornada singular por prometer la reunificación de la CGT, se encamine a una jornada donde se anuncie también la necesidad de reorganizar al movimiento obrero en el marco de la necesidad de confrontar las políticas económicas y sociales que van en contra de los trabajadores y trabajadoras.
Por otro lado, hace unos días, todos los gobernadores/as o sus representantes –a excepción de La Pampa-, firmaron un acuerdo con el gobierno nacional por el cual este último se compromete a devolver, en cuotas, el 15 % de los fondos coparticipables que Nación adeuda a las provincias desde hace años, a cambio de que estas se comprometan a realizar los ajustes fiscales necesarios con el fin de reducir los déficit provinciales. En otras palabras la Nación devuelve plata que es de las provincias y estas firman que van a llevar adelante un plan de ajuste.
Con otras palabras lo decíamos en un documento de la mesa ejecutiva del PS, que nuestro país descansa sobre un sistema de organización que poco tiene de federal, seguimos todos los ciudadanos aportando a una gran cabeza que se encuentra en la capital federal, dejando un cuerpo en el interior, genuflexo.
Nuestro gobernador no escapa a estas apreciaciones. Pragmático y poco decidido a confrontar con el gobierno de Cambiemos, prefiere salir a decir –pretendiendo mostrarse como un hombre fuerte-, que no piensa discutir aumentos para los trabajadores y trabajadoras en este segundo semestre, convirtiéndose en abanderado del acuerdo firmado con Nación, acuerdo que en la práctica significa un ajuste social como los ya conocidos de otros años. Un ajuste que si se lleva adelante dejará costos sociales durísimos para los sectores pobres y medios.
Desde el Partido Socialista de Río Negro, sostenemos una idea que repetía sin cansancio el compañero Guillermo Estévez Boero: “La torta es una sola y la pelea es entonces por quién y cómo se reparten las porciones”. Las retenciones a los productos agropecuarios fue un intento de distribución de recursos con lo que se pudieron sostener políticas de subsidios al consumo y la generación de políticas sociales inclusivas, claro está y como lo decíamos en otro documento, nunca se tomaron hasta ahora medidas de fondo para lograr la grabación permanente de la riqueza. El debate que plantea el economista francés Thomas Piketty, sobre el derecho de las personas a ser retribuidas conforme a sus méritos o la grabación profunda y permanente de la riqueza desalojando la posibilidad de la herencia como elemento fundacional de la desigualdad, es una discusión que hasta ahora ningún gobierno se animó a plantear, claro está que del macrismo nadie lo espera y que muchos hubieran querido escucharlo del kirchnerismo.
Finalmente, nos queda claro que el sistema político tradicional se vuelve a repetir en nuestro país y asistimos así nuevamente a gobiernos provinciales que se arrodillan o que empiezan a hacerlo, a la pretensión del gobierno nacional, creyendo estos que defienden los intereses del pueblo, pero que en definitiva contribuyen a alimentar los deseos del centralismo porteño.
Paolo Etchepareborda.
Presidente Partido Socialista de Río Negro.-
Opinión
Pedagogía de la Exclusión
Nota de opinión por Héctor Roncallo, jubilado docente y ex Secretario General de UnTER.
El conjunto de la ciudadanía y en particular las trabajadoras y los trabajadores de la Educación, asistimos a un tiempo social en el cual se pretende exacerbar el individualismo y el todo vale. Estas posiciones se relacionan directamente con la Pedagogía de la exclusión.
Las y los docentes en condiciones de trabajo, no óptimas, tratan de desterrarla en su tarea cotidiana, en silencio, en cada acción pedagógica, mayoritariamente y agobiados por las presiones externas y por la falta de estímulos que debieran ser permanente y cuidadas en su tarea central para el desarrollo educativo del territorio.
En cada sociedad, cualquiera sea y en las que cada docente convive, es y será más justa por su modelo de producción, acumulación y distribución de la riqueza. Si esto se realiza bajo principios de justicia social, la distribución sin duda será igualitaria y el modelo educativo orientará a una Pedagogía de Inclusión. Esto es muy visible en cualquiera de las Escuelas cotidianamente. No necesito entrar en detalles. Las diferencias se observan y más aún cuando el Estado no está presente en la provisión de insumos esenciales para resolver la alimentación cotidiana, entre otros.
Ahora bien, la Educación es parte del proceso de distribución de conocimiento, como lo es también en la producción y la acumulación del mismo. De allí la importancia de la existencia de la Educación Pública, su mejora, la expansión, más escuelas de tamaño óptimo en cuanto a cantidad de estudiantes para que el ingreso, la permanencia y el egreso sean reales elementos de acumulación de conocimiento social y de disminución de las injusticias revirtiendo progresivamente las tremendas formas de exclusión y discriminación que sufre una parte importante de la sociedad.
El reconocimiento de la Educación Pública en todos sus niveles y modalidades, la Ciencia y la Tecnología es esencial y demostrado está, a lo largo de la historia desde la aparición de la primera Ley Nacional de Educación N° 1420 (año 1884) y hasta la actual Ley de Educación N° 26206 (año 2006), los avances, sus progresos y también retrocesos.
En el período de los 90, que hoy Milei (como candidato de la ultraderecha) pretende reestablecer apareció la política de voucher, de arancelamiento en todos los niveles educativos y de que cada uno se las arregle como pueda sacando totalmente el acompañamiento del Estado. Es decir, el lema de esa organización internacional, TODO SE COMPRA Y SE VENDE, intentó generar el abandono, entre otros aspectos, de las escuelas técnicas y de hecho se cerraron acompañando el odio hacia lxs trabajadorxs y se mostró crudamente que no era tal, la supuesta revolución productiva y laboral del menemismo, porque lo importante, en ese entonces y para ese sector, era la política de servicios y no la producción, la industrialización y el crecimiento en desarrollo real.
Después en la misma línea siguieron los recortes, que nos llevaron al desastre del 2001. Desde lxs educadorxs se pretende universalizar la educación y ello implica más niños, adolescentes, jóvenes y adultos en más y mejores escuelas con la consigna irrenunciable de la gratuidad. Lo que propone Milei no sólo es menos Escuelas también menos estudiantes y pasar directamente desde la gratuidad al negocio de la educación el que usufructuarán algunas corporaciones nacionales e internacionales y seguramente relacionadas con ellos. Para avanzar en el sentido de profundizar la Educación básica y superior, en nuestro País, siempre nos costó como docentes y como organización gremial, porque la inmensa mayoría de sectores de Gobierno analizaron a la educación como un gasto y no como inversión permanente. Basta observar los avances y retrocesos toda vez que se intentó llevar a cabo transformaciones serias y profundas, el presupuesto nunca está. Ese error debe enmendarse de una vez y para siempre, no al estilo de Milei que pretende destruir todo y que cada uno se salve sólo. Saldremos con más presupuesto, que acompañe políticas de mejoras en educación para todos y todas, que no sea un verso, con presupuesto que abarque todo lo que significa el funcionamiento real del sistema
educativo en sus dimensiones Pedagógicas, administrativas, sociales, filosóficas, políticas, alimentaria, salariales, de cargos y de estructuras que garanticen el funcionamiento escolar.
Sin dudas esa política será una Pedagogía de Inclusión. Lo que propone y escupe Milei es una clara Pedagogía de Exclusión, porque para ellos prácticamente las personas no son humanos, y si no actúan en el sentido de lograr individualmente lo que necesitan, no lo serán. Exclusión porque alientan la competencia permanente, porque la esencia para el neoliberalismo es el mercado y por ello todo se resuelve en ese ámbito de intercambio, donde lo individual es la felicidad y debe reconocerse en el mercado laboral, educativo, en la atención de la salud, en la seguridad, en las jubilaciones, en la cotidianidad y usufructo de cada cosa. De allí que aparece para ese modelo, como natural, la venta de órganos, de niños y niñas, la no regulación del Estado, etc. Todo esto impone un modelo de Educación que deberá ser claramente de exclusión. Por eso para Milei, nada de lo que se hace en la Escuela servirá y el modelo educativo deberá obedecer a estrategias de individualismo, de que se salve quien pueda, de que el otro/a no existe, que todo debe pagarse, que el Estado molesta y que las escuelas serán para unos pocos y los demás no la necesitan ya que pensadores como Hayek, Mises y Rothbard, ideólogos que orientan las enseñanzas del candidato de la derecha les ordena que no existe la sociedad en sí, que los individuos actúan para satisfacer necesidades y deseos estrictamente individuales, de allí que el conocimiento y el aprendizaje nunca será colectivo. Por ello odian el constructivismo. No aceptan la planificación porque manifiestan que coarta la libertad del individuo.
En síntesis, el Estado es para este candidato, Milei, “una maquinaria de la delincuencia y de la
agresión institucionalizada” y quienes defendemos la Educación Pública manifestamos que el Estado, en todas sus dimensiones “tiene la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todas y todos las y los habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias”, sabiendo que “la Educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado”.
Héctor Roncallo
Jubilado Docente – Ex Secretario General de UnTER.
Opinión
Apoyo al candidato a presidente Sergio Massa
Pronunciamiento de Juntos Somos Río Negro de cara al balotaje presidencial.
El próximo 10 de diciembre nuestro país cumplirá cuarenta años de funcionamiento de sus instituciones democráticas. Es el único período -en toda el devenir histórico de la Argentina- de vigencia ininterrumpida de la Constitución y del estado de derecho.
Al respecto, fueron muchos los hombres y mujeres que contribuyeron para que hoy podamos estar celebrando este acontecimiento. Pero hay un ciudadano que resume mejor que nadie este período democrático: el presidente Raúl Alfonsín.
Invocando el legado de este gran argentino, y en el contexto que se desprende de los párrafos precedentes, nuestra fuerza política ha llevado a cabo la reunión de sus cuerpos orgánicos para interpretar el momento actual y decidir los pasos a dar de cara al próximo balotaje, donde los argentinos elegiremos al futuro Presidente de la Nación.
En ese marco, y luego de las deliberaciones llevadas a cabo en la ciudad de Viedma, hemos resuelto apoyar la candidatura de Sergio Massa y de su compañero de fórmula, Agustín Rossi, sobre la base de los siguientes fundamentos:
1) Massa expresa, como eje principal de su gobierno, el concepto de unidad nacional. Para nosotros, la unidad nacional es el verdadero cambio que la Argentina necesita. Es el punto de partida para ponerle fin a la grieta, a la confrontación y al enfrentamiento constantes entre argentinos. Para recuperar un sentido integral del país que haga del federalismo su principal bandera.
2) Avalamos, también, la unidad nacional como el encuentro de hombres y mujeres en función, prioritariamente, de sus capacidades profesionales y de su potencial para asegurar el mejor gobierno, independientemente de los acuerdos que, a la par, la Argentina necesita entre sus organizaciones del campo político, económico y social.
3) Consideramos, en esta dirección, que las cualidades de Sergio Massa -para liderar un gran diálogo argentino- serán fundamentales para concebir las políticas que conduzcan a la estabilidad económica y sienten las bases de un ciclo de crecimiento basado en el aprovechamiento de nuestros recursos con agregado de valor.
4) Massa garantiza una relación entre la Nación y las provincias de profundo respeto a las autonomías consagradas en nuestros sistema federal de gobierno y también con los municipios. Este fundamento es determinante para una fuerza provincial como la nuestra porque el federalismo es la garantía para estimular los procesos de integración nacional, el verdadero motor para hacer efectivo el desarrollo y el progreso hasta en los sitios más alejados de nuestra vasta geografía.
5) El país que nos debemos es un país que nos exige mantener bien alto los principios de Memoria, Verdad y Justicia porque son los valores que mojonan nuestro camino para no repetir historias que tanto dolor causaron al pueblo argentino. Massa reivindica estos principios y garantiza la vigencia de los derechos humanos como una política central del estado argentino.
6) Un gobierno de unidad nacional, como factor de cambio, y un cambio que se apoye en las fuerzas de la producción, el trabajo y el empleo constituyen las claves de un nuevo tiempo para la Argentina. Apoyamos, en tal sentido, las políticas anunciadas por Massa para el aprovechamiento de recursos minerales estratégicos, como el cobre y el litio, entre otros, y la producción de energía y alimentos en el contexto de un mundo donde la seguridad energética y alimentaria colocan al país en un punto de enormes oportunidades.
7) Coincidimos en la necesidad de crear una agencia federal para luchar contra el narcotráfico, el lavado de dinero y la trata de personas, como asimismo con el programa de ciudades seguras para la incorporación de tecnología en materia de prevención y la ejecución de un plan de recuperación de la calle a partir del uso de todos los medios lícitos con los que cuenta el estado. A la par, coincidimos con Sergio Massa en la necesidad de comprometer de manera más visible el accionar de los funcionarios judiciales para que haya más control ciudadano sobre los resultados de la funciones que competen a jueces y fiscales en la persecución del delito.
8) La integración con el mundo debe responder exclusivamente a los intereses de la Nación sin sujeción a los principios ideológicos particulares de cada funcionario. En particular, para Río Negro, la integración con el Mercosur y Brasil es estratégica. Pero también lo es con otros países del mundo donde hemos competido exitosamente en mercados tan exigentes como los de la tecnología, a través de la empresa estatal rionegrina INVAP. Massa ha manifestado, en materia de política exterior, la decisión de abrir el país al mundo, sin prejuicios ideológicos que afecten los intereses comerciales de la Nación, principios que comparte nuestra fuerza política.
9) Suscribimos las propuestas vinculadas a la industria del conocimiento y la tecnología junto a las políticas de formación de jóvenes en disciplinas asociadas a estos campos y a las nuevas demandas en el mundo del trabajo y del empleo. En el mismo orden, suscribimos el compromiso de trabajar en el mejoramiento de la calidad educativa, reafirmando el derecho a la educación pública en todos los niveles de enseñanza y el acceso gratuito a la universidad pública. En la misma dirección, ratificamos nuestro compromiso con la ciencia y la técnica y el
sostenimiento del CONICET, como herramienta clave para el desarrollo argentino.
10) El derecho a la salud es un valor que pocos países en el mundo pueden mostrar como el nuestro. El compromiso de Sergio Massa de garantizar este derecho y, simultáneamente, de mejorar la prestación de los servicios hospitalarios, es una propuesta que compartimos plenamente, del mismo modo que la política de respetar el funcionamiento del INCUCAI y la gratuidad de los implantes, frente a proyectos que atentan contra la dignidad de la persona y la
vida humana en un terreno tan sensible como el expuesto.
Argentina es un país del que podemos sentir sobradas razones para experimentar un sano orgullo. Lo podemos advertir cuando reflexionamos sobre los valores y la tradición que fue construyendo nuestro pueblo a lo largo de su historia, y que debemos recuperar con toda intensidad en el tiempo actual: su sentido social de la justicia; su respeto por el que piensa distinto; la solidaridad como parte de una cultura que se nutre del sentido cristiano de la vida.
En tal sentido, los derechos consagrados en el articulo 14 bis de la Constitución Nacional, productos de las conquistas sociales de los trabajadores, son objetivos que nos comprometen a seguir marchando en la búsqueda de hacer efectivo el bienestar general de nuestro pueblo.
Precisamente, el otro candidato que participará del balotaje del 19 de noviembre, ha dicho que no dudaría un instante en eliminar, del texto fundamental de la República, el artículo 14 bis que garantiza, en una suerte de tabla de derechos básicos, el derecho a trabajar y de hacerlo en condiciones dignas y equitativas, a la jornada limitada, al salario justo, al descanso y a las vacaciones pagas o la protección contra el despido arbitrario.
Su proyecto motosierra no es otro que un proyecto de eliminación de derechos y de ajuste salvaje. Que niega el calentamiento global, las políticas de género, los 30 mil desaparecidos, el año 1916, la justicia social, al Papa Francisco… Porque nada nuevo expresa este modelo signado por la crueldad y la agresividad en todas sus formas, y que en su prédica negacionista deja en evidencia su verdadera matriz: el fascismo y el odio.
Juntos Somos Río Negro es una fuerza política que nació para defender los intereses de la provincia, contribuir a la construcción de una Argentina auténticamente federal y para promover los procesos de integración que nutren la verdadera acción del desarrollo.
Desde esa causa de lucha, y con el fundamento de nuestras convicciones, manifestamos nuestro apoyo político y electoral al candidato a presidente de la Nación, Sergio Tomás Massa y a su compañero de fórmula, Agustín Rossi.
Juntos Somos Río Negro
Opinión
¿Nuevo modelo, nueva época?
Nota de opinión por Federico Vasches, integrante del Observatorio de Políticas Públicas y Sociales de Río Negro.
El resultado del pasado domingo 22 de octubre en las elecciones generales, dio cuentas de un repunte del candidato de Unión por la Patria, un amesetamiento del candidato de La Libertad Avanza y una caída de la candidata de Cambiemos. Habilitando a los dos primeros a competir en un balotaje.
Habrá múltiples y posibles lecturas, distintas escalas para comprender el fenómeno. Elecciones provinciales y municipales acopladas y otras tantas dislocadas, intendentes, gobernadores jugando la propia, diputados, senadores y ministros traccionando en sus territorios y por allí: una ciudadanía que trata de rompen la grieta y alejarse de los tercios.
Para quienes desde el peronismo discuten al candidato Massa, los invito a atravesar algunas reflexiones que quizá den cuenta de la inauguración de un nuevo tiempo, por lo menos permítanme sugerirlo según algunos indicios del pasado reciente y el futuro cercano.
Así como afirmé, luego de las P.A.S.O., que «el problema siempre lo tiene quien gobierna»; parece que el gobierno hubiera realizado esa misma lectura y desarrollara en consecuencia un paquete de medidas para aliviar los bolsillos. En ese sentido, Massa pretendió rápida y conscientemente aplicar el peronismo al gobierno, «peronizar» las políticas públicas, buscando dar respuesta a los reclamos de una sociedad que demandaba una pronta mejora de la situación económica de abajo para arriba.
Este paquete de medidas: devolución del IVA, eliminación de cuarta categoría en ganancias, congelamiento de combustible (entre otras), son válidas pero no dan con la profundidad ni complejidad de algunas deudas históricas, ni falencias del sistema capitalista argentino; pero son en sí, una buena señal e indican el camino.
Si pudiéramos acordar que domingo ganó el Partido Justicialista, el PJ y que el peronismo sigue en carrera, estaríamos abiertos a la misma dinámica que el gobierno aplicó luego de las elecciones primarias. Si a esa derrota se sobrepusieron con gestión, escucha, atención a las clases más relegadas y sobre todo a la clase trabajadora, quedan esperanzas de que el Partido pueda oxigenarse, «peronizarse» y dar cuenta de los reclamos, vaivenes, momentos y expresiones del movimiento político más grande de América Latina.
Quizá detrás de la figura del candidato Massa (quien hace por lo menos una década se está preparando para este momento), se encuentre la llave para inaugurar un nuevo modelo de conducción.
Entiendo que no es momento de criticar si la existencia de las Organizaciones libres del pueblo se debe a que el estado no llega a cubrir esas necesidades, o si la existencia de las agrupaciones políticas responde a las mismas falencias del sistema de partidos políticos y su falta de representación interna. Sino que, por el contrario, me gusta preguntarme si no es momento de pensar en nuevas transiciones y de velar por nuevas relaciones con los actores.
Para saltar la grieta es necesario más que discursos, sino acciones «si mejor que decir es hacer», el candidato nos ha dado cuentas de su capacidad de diálogo y consenso, ¿será el momento de que en los territorios afloren nuevas dirigencias para construir en este nuevo momento nuevas realidades?
La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), en uno de sus trabajos de 2020 da algunas pistas de la importancia de la participación ciudadana en el gobierno y la necesidad de construir liderazgos públicos colaborativos, un tejido asociativo, redes y el reconocer nuevos liderazgos para emprender las reformas del estado que en américa latina se requieren.
Quizá este sea el llamamiento de este tiempo, que el gran «ismo» que de sentido sea peronismo, que el gobierno vuelva a sus bases, reconociendo nuevos interlocutores quienes seguramente son ampliamente representativos en sus sectores: liderazgos políticos, profesionales/gerenciales, educativos, sociales, culturales, comunitarios, empresariales y sindicales.
No dejemos de lado que para el peronismo la columna vertebral es la clase trabajadora y allí las nuevas dirigencias sindicales, esas que vienen a oxigenar un sistema (por momentos estático o con intereses no tan en línea con sus representados) serán la clave. Esos hombres y mujeres, muchos quienes vienen del interior del país a dar sus mejores años y a aportar en un mosaico federal tan necesitado de capacidades de conducción, tendrán muchas cosas que decir.
Quizá el 19 de noviembre próximo en Argentina estemos celebrando la posibilidad de iniciar un nuevo tiempo, un nuevo modelo con todas y con todos, donde lo que se discuta sea las prioridades y la urgencia de los temas a atender, en la tranquilidad que «todos son peronistas, aunque algunos no se han dado cuenta».
Federico Vasches
Integrante del Observatorio de Políticas Públicas y Sociales de Río Negro.