Tras radicar la denuncia, la Justicia rionegrina imputó a una mujer de Córdoba y otra de Santa Fe por el delito de estafa.
Se fijó en $600.000 más intereses, que contemplan el daño moral, el daño punitivo y gastos realizados por el consumidor.
El joven de 28 años no podrá volver a trabajar en el rubro.
Con anterioridad, la trabajadora había atendido ese local pero renunció porque le pagaban poco. La segunda vez que fue convocada las condiciones empeoraron: ni siquiera la registraron y no la indemnizaron.
En pleno recreo, el chico tropezó y cayó sobre una llave de gas que sobresalía de la pared y que no tenía su correspondiente manija.
El STJ realizó la misma oferta que el Ejecutivo a los gremios del resto de los estatales.
La vendedora deberá indemnizar a los compradores por más de $1.000.000.
Su padre lo reconoció en la adolescencia, pero después perdieron el contacto.
El hombre habría insistido en que la joven no contara ya que en varias oportunidades le habría consultado si guardaba secretos. Los teléfonos fueron peritados.
El encargado del establecimiento afirmó que los había llamado porque eran "conocidos piqueteros".